Junts exige a Aragonès la restitución de Puigneró para impedir la ruptura del Govern

De esta manera, el presidente autonómico respondió a los de Laura Borràs, que el jueves volvió a lanzarle un órdago para que en 72 horas –hasta el domingo por la noche– dé respuesta positiva a las tres exigencias planteadas por este partido en clave independentista: coordinación de ERC y Junts en Madrid, reestructuración de la mesa de diálogo y creación de una estrategia conjunta del movimiento secesionista. A estas peticiones, Junts sumó la restitución de Puigneró en el documento que, a última hora de ayer, se envió a Aragonès, según confirmaron desde Palau. Sin embargo, este requerimiento es un imposible para ERC, que seguirá a la espera de que las bases de Junts decidan la semana que viene si rompen el Govern.

Aragonès reiteró que no piensa presentar una cuestión de confianza, petición de Junts y la CUP si no da respuesta positiva a las exigencias mencionadas: «No la creo adecuada». Y añadió: «Necesitamos instituciones al cien por cien para la ciudadanía. Hay dudas que no lo permiten».

En esta línea, el presidente de la Generalitat indicó que «hay decisiones» que no dependen de él, como lo que hagan Junts y sus bases, aunque no los citó directamente. Por eso, insistió, su propósito es mantener la composición actual y la coalición de gobierno. «El Govern puede continuar, esta es mi prioridad, pero sobre todo mi prioridad es que el gobierno dé respuestas a la ciudadanía», añadió.

Las palabras de Aragonès no cambiaron la posición de Junts, cuyo presidente en el Parlament, Albert Batet, reiteró lo que aprobó la dirección de su partido, el jueves a última hora, y recordó que ayer mismo le enviaría «una propuesta con concreciones, garantías y plazos» para avanzar hacia la independencia, texto que llegó a última hora del día.

«Ante problemas, soluciones. Seamos fieles a la esperanza de tanta y tanta gente que lo ha dado todo. (...) El camino es el 1 de octubre», añadió Batet, poco después de recordar el trabajo de Puigneró en el Govern, palabras de reconocimiento a las que siguió un aplauso de la bancada de Junts.

Así, la relación de los socios de gobierno se congela. La crisis sigue abierta y el Govern en la cuerda floja. Este sábado se manifiesta el independentismo, convocado por el Consell per la República, para conmemorar el 1-O; el domingo finaliza el últimátum a Aragonès y el lunes se conocerá la pregunta que la dirección de Junts pondrá a consideración de sus bases. El jueves y el viernes, los militantes del partido fundado por Carles Puigdemont deciden si tumbar la coalición.

Fuentes de ERC, consultadas por ABC, señalaron este viernes que, aunque la situación es crítica, están «preparados para cualquier resolución». En la misma línea apuntaron otras fuentes del Palau de la Generalitat. «Trabajamos con todos los escenarios posibles, pero vamos paso a paso», señalaron. En la sede de ERC empiezan a dar por muy probable una ruptura de la relación con Junts: «Estamos haciéndonos mayores. Se ha de respetar al 'president' y no puede ser que en Junts no sepan qué quieren».