Esquerra acaba con la interinidad de Aragonès, le entroniza como candidato y descarta a Junqueras
El partido ataja la tensión interna y se pone en modo preelectoral
Tensión en el seno de ERC por la estructura bicéfala Junqueras-Aragonès
Panorama despejado en Esquerra y partido en modo preelectoral. ERC ha entronizado hoy al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como próximo candidato del partido en las autonómicas que deben celebrarse, si no hay adelanto, en el plazo de un año. Con la decisión, que luego debe ser ratificada en un proceso de primarias pero que se presenta como firme, el partido aclara el panorama interno y zanja cualquier amago de tensión y disputa ante la posibilidad de que el presidente de la formación, Oriol Junqueras, pudiera optar a ser el candidato autonómico en detrimento de Aragonès.
«El 'president' Aragonès es el mejor presidente de este país y es también el mejor candidato para volver a presentarse a las elecciones al Parlament de Cataluña y, por tanto, para tener la oportunidad de revalidar la confianza de nuestra sociedad«, ha apuntado esta mañana Oriol Junqueras durante la celebración del Consejo Nacional de los republicanos donde se ha formalizado la propuesta.
La próxima aprobación de la ley de Amnistía abría la puerta a que, una vez levantada la inhabilitación para el ejercicio de cargo público que aún pesa sobre Oriol Junqueras, hasta 2031, éste se presentase como candidato, una posibilidad que él mismo y su entorno no se habían esforzado en desmentir, y que estaba generando un malestar soterrado en el equipo más próximo a Pere Aragonès y en algunos sectores del partido.
Sin desmerecer el reconocimiento que desde la formación se tiene a su presidente -que relanzó a ERC a partir de 2011 y la condujo a la presidencia de la Generalitat tras el quebranto que supuso la etapa del tripartito-, sectores de la formación entendían que presentarse a los próximos comicios con Junqueras transmitía a la sociedad un doble mensaje equívoco: por un lado volvía a situar el partido en las coordenadas de 2017 -cuando todos los esfuerzos en los últimos años se han centrado en un mensaje de renovación, en contraste con Junts, anclada en la retórica procesista- y por otro se podía leer su candidatura como una amonestación precisamente a la obra de gobierno liderada por Aragonès.
En este escenario, y también con la posibilidad de que la aplicación de la amnistía no sea una pista balizada y la misma se retrase -con lo que la candidatura de Junqueras no llegaría a tiempo-, en el partido se ha optado por clarificar liderazgos y delimitar ámbitos de actuación. Con la decisión, pues, Junqueras centrará aún más su actuación en el partido, como de hecho nunca ha dejado de hacer en estos años, mientras que Aragonès podrá centrarse, sin la percepción de que le mueven la silla, en gobernar, reforzar su papel como líder y preparar las elecciones. No será un camino fácil, con un gobierno en minoría y asuntos críticos por delante, desde la gestión de la sequía a la crisis educativa. En cualquier caso, ERC consolida así un estilo de gobernanza muy propio del PNV, ejemplo de perfecta organización bicéfala: 'lehendakaritza' por un lado, partido por otro.
Como explicó ABC, y al menos hasta hoy, cuando se ha despejado el escenario, la tensión en el seno de ERC partía de la nada convencional manera con la que un muy joven Aragonès llegó a liderar el Governa. Fue el encarcelamiento de Junqueras y la huida a Suiza de la secretaria general, Marta Rovira, lo que llevó primero a Aragonès a asumir la consejería de Economía y la vicepresidencia de la Generalitat (mayo de 2018) durante el gobierno de Quim Torra, y luego ya la presidencia del Govern en funciones tras la inhabilitación de éste (septiembre 2020). Ya como candidato de ERC en las autonómicas de 2021 y tras quedar por delante de Junts, Aragonès recuperaría para ERC la presidencia de la Generalitat en mayo de ese año, cargo que alcanzó con apenas 38 años de edad.
Ya en su momento, y como explicaban fuentes del partido, lo que era un liderazgo en modo interino, comenzó a transformase. «Lo que parecía una presidencia provisional a la espera de Junqueras adquiere grosor. Se arman equipos, y la presidencia coge una dinámica propia. El cargo refuerza al personaje«, apuntaban en el partido, donde se reconoce ahora que este proceso ha provocado algunas tiranteces en el momento en el que Junqueras no se ha quedado de brazos cruzados y ha pretendido tener voz, y mando, en decisiones más allá de su ámbito de actuación en el partido. »Quiere decidir hasta en el nombramiento del último cargo eventual«, se lamentaban en el entorno de Aragonès respecto a la intromisión de Junqueras.
Pese a estas tiranteces, que otras fuentes situaban más en una escala de mando intermedia inquieta ante la posibilidad de un cambio de caras y equipos, desde ERC se subraya el carácter amistoso y afable que define la relación entre ambos. «Nadie se imagina una guerra abierta entre Junqueras y Aragonès. Se sientan y lo hablan«, explican. Por si acaso, y para evitar que lo que es una buena relación se acabe envenenado si la cuestión de la candidatura no se resuelve, la decisión de hoy adoptada por el Consejo Nacional disipa dudas.
Junto con la candidatura de Aragonès, la dirección republicana ha adoptado también decisiones para poner el partido en modo preelectoral. Así, quien hasta ahora dentro del Govern ocupaba la secretaría de Medios de Comunicación y Difusión, Oriol Duran, se integra en la dirección del partido como nuevo vicesecretario general de comunicación y estrategia, puesto clave desde el que se pilotará toda la estrategia para los comicios de principios de 2025. En Esquerra ya tienen candidato. También en el PSC, con un Salvador Illa que parte como favorito. La duda se centra pues ahora en el otro gran partido independentista, donde no está claro qué papel adoptará Carles Puigdemont.
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