El verano deja 21 fallecidos en las carreteras de Castilla y León, la siniestralidad más baja de la última década

Las víctimas mortales, que bajan en relación a 2022, cuando fueron 30 las personas que perdieron la vida sobre el asfalto, representa la cifra más baja de la última década y suponen más de una cuarta parte del total de muertos en las carreteras en lo que va de año, que ya alcanza los 77, también por debajo de los registros del pasado ejercicio, que rompió con la tendencia al descenso de siniestralidad de los últimos años.

Una distracción fue la causa de la mitad de los accidentes con fallecidos este verano, señaló ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, en la presentación del balance de tráfico del estío en el que citó también el cansancio, el uso de dispositivos móviles, no llevar el cinturón de seguridad -tres de los 13 fallecidos en turismos y furgonetas (23%) no utilizaban- o el consumo de alcohol y drogas como factores presentes en muchos de los accidentes con víctimas mortales.

Por tipo de carretera, uno de cada tres perdió la vida en vías convencionales, con el turismo como el tipo de vehículo en el que viajaban la mayoría de los fallecidos y la salida de vía como causa por la que más personas han fallecido, un total de doce.

Respecto a los denominados usuarios vulnerables -los ciclistas, peatones o motoristas- supusieron uno de cada tres muertos sobre las carreteras de la Comunidad, con especial incidencia en el último de estos colectivos, que sumó cinco fallecidos. Varón con experiencia en la conducción, de entre 27 y 49 años, es el perfil de estas víctimas sobre dos ruedas. Todas ellas llevaban casco, de acuerdo con la información facilitada desde la Delegación del Gobierno en Castilla y León.

En cuanto a los fallecidos en verano, hay un aumento del número de mujeres fallecidas, once -cuatro más que hace un año-, frente a diez hombres. En cuanto a la edad, los muertos se concentran en la franja de entre 45 y 54 años (43%) y ningún menor de 14 años ha perdido la vida durante estos dos meses.

Por provincias, destaca que las de Palencia y Valladolid no han registrado ningún siniestro mortal. Donde más personas murieron fue en Burgos (seis) y en Ávila y León (cuatro en cada una). En Salamanca, Segovia y Zamora fallecieron dos personas y en Soria murió una.Aunque no registra las peores cifras de fallecidos, León es la «provincia que presenta peores datos». Este verano ha duplicado las víctimas mortales de hace doce meses en consonancia con lo ocurrido en los meses anteriores y ya hay un 70 por ciento más de víctimas mortales (de 10 a 17) que en 2022 en este territorio.