RUIDO BLANCO
Isabeles de Castilla
Isabeles hay tantas como mujeres en la vieja Castilla. Incluso las que no se llaman Isabel. Toda mujer y todo hombre nacido en esta tierra es heredero directo de la reina de reinas
Segovia convoca a las 'Isabel' de toda España para celebrar el 550 aniversario de la proclamación de La Católica
Isabel I de Castilla representada en el cuadro llamado la Virgen de la mosca
Si te llamas Isabel la historia te llama'. Así invita el Ayuntamiento de Segovia a un encuentro nacional de Isabeles el 28 de septiembre dentro de los actos de conmemoración del 550 aniversario de la coronación de Isabel I de Castilla, a la sazón, Isabel ... La Católica.
Acudirán orgullosas y a cientos Isabeles contemporáneas pero deberían unirse a esta manifestación tan conmemorativa como contrarrevolucionaria las Marías, Pepas, Juanas, Jennifers, Michelles (Jenner) y hasta las Rosalindas llegadas del otro lado del océano. Isabeles hay tantas como mujeres en la vieja Castilla. Incluso las que no se llaman Isabel. Toda mujer y todo hombre nacido en esta tierra es heredero directo de la reina de reinas, del personaje más influyente en la historia de esta hoy maltrecha España que ella empezó a construir. No sabría decir si por su mirada «graciosa y honesta» (como describía a la reina su contemporáneo Hernando del Pulgar), su carácter «prudente y de mucho seso» (afirmaba el coetáneo Diego Enríquez del Castillo) o por su «gran constancia», «aguda y discreta» (calificó Lucio Marineo Sículo). Resulta que trazando el retrato de Isabel I dejaron entonces escrito cómo íbamos a ser más de cinco siglos después los castellanos. También toda mujer y todo hombre de las Américas tiene una deuda cultural con Isabel de Castilla. Deben más a su legado que a las fascinantes culturas de Pakal, Moctezuma o Atahualpa. Isabel fue la Roma de América. Sus descubridores nos hicieron hermanos de la selva, el manglar y el Caribe. Huele a mar en esta meseta reseca pero con almirantes donde suenan nuestras palabras como las suyas pero con otro ritmo de cadera. El resto no es Historia.
Escribió Baltasar Castiglione, el diplomático que animaba a la formación cultural de los poderosos para ser buenos cortesanos (el Renacimiento continúa siendo una auténtica revolución), no mucho después de fallecida Isabel sobre su relevancia «porque incluso muerta parece que sigue todavía animando, estimulando e incitando a los españoles a seguir haciendo grandes cosas. Lo mismo que las naves con sus velas al viento: aunque cese el viento, las naves siguen moviéndose». Hay muchos que, más por ignorancia que por inquina, andan empeñados en parar estas naves y en que nunca más se levante aquel viento poderoso que bien valió un imperio mestizo. Por eso acudan Isabeles a reivindicar a Isabel en masa al Azoguejo segoviano. Suban juntas la Calle Real con Cármenes, Teresas y Anas (tanto monta, monta tanto) y sean recibidas por las autoridades en la Plaza Mayor para volver a ser coronadas todas reinas de Castilla en la Iglesia de San Miguel como aquel decisivo, valiente y arriesgado 13 de diciembre de 1474. Si te llamas Isabel te llamas como la Historia.