RUIDO BLANCO
La bicicleta del progre
El modelo de movilidad es la verdadera batalla ideológica que sufren nuestras ciudades
La verdadera convivencia
Bendita rutina
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Iniciar sesiónEn Valladolid la bicicleta es una declaración de intenciones. Un accesorio ideológico como el pañuelo palestino en los botellones de los noventa, la camiseta negra del Ché o el chaleco acolchado y verde sobre la camisa. Forma parte ya de esa semiótica política que poco ... a poco consigue filtrarse en la sociedad contaminando sin darnos cuenta lo cotidiano, deformando hasta el estereotipo y construyendo prejuicios en lugar de puentes.
Recorrer el centro de la ciudad en bici es un acto revolucionario y muy de izquierdas (más rojo Pasionaria que verde Thunberg), tanto como el que quería colarse en zapatillas cuando lo cantaba 'El canto del loco' y las repudiaban en las discotecas. La vieja bicicleta concebida como complemento progre. La forma de llegar los primeros días al trabajo en aquellos ayuntamientos del cambio. La nueva política que se creía cercana por quitarse la corbata. Las coletas en el Congreso de los Diputados. Los carriles bici como venganza del conductor conservador que exhibe su vehículo de combustión igual que el abono taurino y la pulsera rojigualda.
El modelo de movilidad es la verdadera batalla ideológica que sufren nuestras ciudades. La última diferencia entre izquierda y derecha si escribiera hoy su ensayo Norberto Bobbio. La limpia bicicleta es la justicia social y el coche las élites con tubos de escape como puros habanos prendidos con billetes. La movilidad es la lucha de clases posmoderna. Cesta o maletero. La sostenibilidad es la penúltima patraña de los herederos del comunismo. El negacionista del cambio climático la verdadera muestra de valentía del ciudadano de bien y de derechas. El tamaño de las Zona de Bajas Emisiones una venganza retorcida de Jesús Julio Carnero contra la presuntuosa gestión verde de Óscar Puente. La eliminación de carriles bus un Arco del Triunfo cual monumento victorioso al final del Paseo de Isabel La Católica. Esta concepción de la movilidad como guerra horizontal y excluyente debe escandalizar a Europa. La bicicleta como argumentario es el ejemplo del efecto perturbador de esta política de trincheras que todo lo pudre.
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