desde la raya
Nadie
Me duele que nosotros mismos, en esta tierra, no rememos para nosotros mismos
Santos en zapatillas
Sanabria, la eterna superviviente
Zamora
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Iniciar sesiónEn las últimas elecciones nacionales, cuando Pedro Sánchez selló los pactos de la infamia con los Bildus, los nazionalistas y la ultraizquierda, un buen amigo manifestaba sentirse muy aliviado espetando «para que me roben los otros, prefiero que me roben estos». Como si la mierda ... de unos fuese mejor, de mayor calidad que la de los otros; como si el pillaje, la corrupción sobre nuestros lomos fuese más leve dependiendo de donde venga. «Yo prefiero que no me robe nadie», le contesté.
Traigo esta anécdota porque ya entonces me resultó terrible que el ciudadano normalice, dé por hecho que desde el Gobierno nos van a dar a todos por donde amargan los pepinos, que quien vota crea elegir quién prefiere que le robe. Que normalice desayunar cada día con un caso de corrupción, de mordidas, de puteros. Porque es terrible que el voto sea tan cautivo, tan polarizado, tan ciego, que sólo sirve para enaltecer el discurso propio legitimizando lo que condenamos en el de enfrente.
Me resulta terrible en una sociedad cada vez más dividida, más enfrentada, más radicalizada, que el término facha y fascista se utilicen cada vez más con una alegría y una ligereza que produce auténtica vergüenza.
Pertenezco a esa rara especie que aplaude lo que le parece bueno y critica lo que le parece malo; que mido con el mismo rasero la corrupción de unos y de otros porque creo en la libertad, en la democracia, en la igualdad, y me jode profundamente que al ciudadano se le robe, se le engañe. Que se mida con doble vara la malversación y el enriquecimiento ilegal, venga de donde venga, tenga el apellido que tenga.
Me duele que nosotros mismos, en esta tierra, no rememos para nosotros mismos. Que no exijamos determinadas cosas según a quién, en función de las siglas que hay detrás. Que el PP de Mañueco no haya depurado responsabilidades por la falta de prevención y medios en los terribles incendios de este verano, como no se depuraron en 2022. Que el PSOE de Sánchez deje sin AVE mañanero a Sanabria. Que el PP de Mañueco y el PSOE de Sánchez tengan a esta Raya Oeste como si fuésemos hijos de un dios menor. Que el PSOE de Sánchez esté podrido de corrupción, hasta las trancas, como podridos están los altos cargos del antiguo PP regional que se sientan ahora, años después, en el banquillo por la trama de las eólicas.
Que las redes de enchufismo y clientelismo de unos y otros primen sobre la meritocracia; que el PSOE ande vendiéndonos por siete votos como si fuésemos mercancía de segunda; que no seamos capaces de sacudirnos las siglas para castigar o premiar a quienes hacen mal y bien las cosas, por amor propio, a la tierra, a nuestra gente.
Pero vivimos tiempos de desamor, violencia, odio. Tiempos en que a los que no queremos que nos robe nadie nos dan hasta en el carné.
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