El stock de reservas en sangre para atender las demandas baja al «límite»

Cada día «se necesitan 450 donaciones» para tener asegurado cubrir las demandas de los centros hospitalarios y las emergencias, y «si va bajando, tenemos que hacer campañas» de llamada para que «cada paciente tenga» la sangre suficiente. Lo normal es cerrar la semana con unas 2.000 ó 2.200 donaciones. Por debajo de esa cifra, se activan las llamadas. Y un vistazo a la página web del centro (www.centrodehemoterapiacyl.es) pone de manifiesto las necesidades de sangre. Aunque varían en función de la demanda y las donaciones logradas, lo cierto es que en general muestran que el «stock está al límite». En rojo la gota AB+ y AB- , que significa «acércate a donar en cuanto puedas».

Y no está mucho mejor en otros grupos, como el donante universal 0-, que al igual que el 0+ y el A-, tiene también la alerta encendida: «Acércate a donar esta semana». Algo mejor están las reservas en el resto (A+, B+ y B-), aunque no hay que bajar la guardia, pues «esto no es un banco de sangre porque no almacenamos», aunque ésta se pueda conservar. Eso sí, con un tope de caducidad que lleva a que no pueda acumular sin límite y que siempre tengan que recibirse nuevas reservas. Hasta 42 días a 4 grados pueden conservarse los glóbulos rojos; 7 aguantan las plaquetas cumpliendo los requisitos de conservación y el plasma, congelado, dos años.

En cierto modo, la disminución de operaciones programadas por los hospitales de Castilla y León durante el verano «compensa» las mayores necesidades, incontrolables, de sangre por otros motivos que aumentan durante el estío, como los heridos por accidente de tráfico o en festejos taurinos. El mayor número de desplazamientos por carretera hace que se incremente la siniestralidad -en lo que va de año ya han muerto 85 personas sobre el asfalto- y encierros, capeas y otras celebraciones con astados también inciden directamente en las demandas de sangre que reclaman los hospitales de la Comunidad (hay 14 públicos).

Un ejemplo, el pasado 14 de julio. El mismo día que un atentado terrorista acababa con más 80 personas en la ciudad francesa de Niza, en el Centro de Hemoterapia y Hemodonación recuerdan la importante demanda de sangre que recibieron. Un accidente de tráfico en la N-502 a la altura de la localidad abulense de Salobral disparó las necesidades de sangre. Tres fallecidos y seis heridos fue el balance del siniestro. 150 bolsas de sangre (cada una tiene 450 mililitros) fueron necesarias para atender a los heridos, entre ellos dos críticos. Es en estas circunstancias críticas «cuando la gente se da cuenta de la importancia» que tiene donar sangre, destaca la coordinadora de colectas, quien reconoce que cuando alguien ha necesitado sangre o para un familiar, «se vuelve donante» . Ella aún recuerda un viaje al Congo, donde un colega hematólogo le llegó a reconocer que en alguna ocasión tuvo tres niños por atender y sólo dos bolsas de sangre y tuvo que elegir a quién salvar. «¡Eso es falta de sangre!», lamenta.

Intervenciones quirúrgicas, urgencias, transplantes de órganos y tejidos, enfermedades crónicas, leucemias, cáncer, quemados o politraumatismos son algunas de las situaciones en las que se necesita sangre, sin olvidar que una población mayor como la de Castilla y León aumenta las demandas. En una operación de cadera, como mínimo ocho bolsas; si un parto se complica pueden llegar a tener que trasfundirse a la madre más de 80 y un transplante de hígado no empieza si no hay disponibles 25 y pueden llegar a requerirse un centenar.