Sacar 200 euros para pagar el pan

Ante el cierre de oficinas bancarias, muchos jubilados se ven obligados a conducir y retirar grandes cantidades para evitar las comisiones

Mercedes Bueno, vecina de Ciudad Rodrigo ABC

Mercedes Bueno tiene 72 años, es una fisioterapeuta jubilada y, como muchos, no se apaña para sacar su dinero del banco. Hasta hace poco tenía sus ahorros y su pensión depositados en una cuenta de una caja rural, «pero es que me cobraban 24 euros ... al trimestre por tenerla abierta y, además, tenía que desplazarme a Salamanca para hacer la gestión», cuenta esta mirobrigense a ABC. Ella vive en Ciudad Rodrigo, a 89 kilómetros de la capital. A 89 kilómetros de su sucursal más cercana.

Hace poco decidió cambiar de banco y se decantó por otra entidad para evitar esa comisión. «Pero es que me cobran dos euros cada vez que quiero sacar dinero a no ser que saque 200», protesta para decir que qué hace ella con tanto dinero en casa. «Tengo que pagar el pan todos los días, que vienen repartiendo con la furgoneta, ¿cómo voy a darle billetes grandes?», cuenta Bueno, que no entiende por qué no puede sacarlo «de a poquitos» si es «su pensión»

Bueno también muestra su enfado al recordar los problemas que tuvo cuando quiso darse de baja con la caja, «me cobraron una comisión por mantenimiento de cuenta cuando ya había pedido que me la cerrasen, decían que me habían avisado pero no me llegó la notificación», explica para añadir que, entonces, comenzó un «lío» de llamadas y visitas la oficina. «Que no me podían atender si no tenía cita previa, que por teléfono no podían hacerme la gestión y tenía que ir en persona. Así todo el rato», suspira para añadir: «Yo, la verdad es que no me manejo. Me cuesta mucho y es difícil».

Representantes de once localidades de la provincia de Valladolid se concentraron el pasado viernes en la plaza Zorrilla de la ciudad para denunciar el cierre de oficinas bancarias en el medio rural ICAL

Una situación con la que lidian, de manera habitual, las personas mayores en España y que aflige con mayor impacto a las regiones con una mayor tasa de población envejecida, como Castilla y León. Un problema que, aunque lleva años afectando a los ancianos, se ha colocado en la agenda mediática gracias al impacto de la campaña ‘Soy viejo, pero no idiota’ que reclamaba un trato más humano en las sucursales bancarias» porque «la mayoría de las gestiones son telemáticas», según divulgó su promotor, el jubilado Carlos San Juan.

«Los mayores se enfrentan a una situación de exclusión financiera que en regiones como Castilla y León tiene dos vertientes: por un lado por cuestión de edad y, por otro, por territorios. Hay muchas entidades bancarias que han cerrado las sucursales y obligan a que la población se desplace varios kilómetros para sacar dinero», desarrolla para ABC Alejandro Cano, técnico de Adicae Castilla y León.

La situación, a su juicio, viene arrastrada de lejos porque «se ha cambiado el modelo de trato» y «se les ha digitalizado sin enseñarles», observa para recalcar que un pensionista está «obligado por ley a recibir la nómina a través de una entidad bancaria». «No nos oponemos al cambio de modelo, pero sí pedimos que vaya más despacio», subraya.

Quien sí se opone es el portavoz de la Coordinadora para la Defensa de las Pensiones Públicas en Valladolid, Jesús Isabel, que considera «injusto» que a la gente de avanzada edad le «obliguen a adaptarse a las tecnologías». «No tenemos cobertura en los pueblos, no tenemos internet por cable y se nos dice que la banca online es maravillosa», ironiza. Los cursos «son un parche» y pide que no se dejen las cosas a la «buena fe de los bancos».

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios