La ronda de contactos deja más dudas que certezas sobre el próximo Gobierno

Después de una serie de encuentros en los que el Partido Popular, ganador de las elecciones con 31 escaños, ha ofrecido «diálogo» y «voluntad de acuerdo», según ha expresado el presidente en funciones de la Junta y candidato a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, a través de Twitter, ahora elaborarán un documento para aquellas fuerzas que quieran «constituir con el PP un grupo de trabajo» para «avanzar en un programa de legislatura». En esa hoja de ruta, los populares mantienen «la mano tendida a todos», aseguró también el miembro del equipo negociador, Carlos Fernández Carriedo, que ha liderado las conversaciones junto a Isabel Blanco en ausencia de Mañueco, pero priorizarán los encuentros con aquellas fuerzas que han mostrado más cercanía al acuerdo -Vox y Soria ¡Ya!-, mientras que otras parecen haber cerrado definitivamente la puerta a volver a sentarse en la mesa -Unidas Podemos ha dicho un «no» rotundo a la investidura de Alfonso Fernández Mañueco y el encuentro con el PSOE ha durado escasamente quince minutos-.

Sin hablar de un posible reparto de cargos, el objetivo de esta segunda ronda será llegar a un acuerdo de «programa» para toda la legislatura que garantice un Gobierno «sólido y estable» que, desde las filas de Mañueco, insisten en que sea en «solitario», y «evitar» una repetición electoral para «a partir de ahí ir avanzando» en otras cuestiones, detalló Fernández Carriedo. Soria ¡Ya! , con quien se constituirá un grupo de trabajo para analizar sus propuestas, ya ha mostrado su disposición de hacer presidente a Mañueco , siempre y cuando sea sin Vox, pero los números siguen sin dar . En ese caso, el PP necesitaría el apoyo de todas las fuerzas minoritarias y la abstención de parte o todo el PSOE. El camino más fácil para la formación de la gaviota sería llegar a un acuerdo con Vox y sus trece procuradores, pero los de Santiago Abascal exigen entrar en el ejecutivo, un punto por el que el Partido Popular no está, por el momento, dispuesto a pasar.

Si en cuanto al nuevo gobierno aún no hay nada cerrado, tampoco lo hay a ocho días de la conformación de las Cortes sobre quién será el próximo presidente de la Cámara, el segundo cargo político más importante de la Comunidad con una relevancia muy significativa en la representación institucional y en el control de los plenos. Los populares ya han anunciado que presentarán su candidato y consideran que, al ser los ganadores de los pasados comicios autonómicos, deberían ser ellos quien dirijan también el Parlamento. Podría ser así en segunda votación tan solo con el apoyo de la plataforma soriana y sin el respaldo de Vox, que ya ha evidenciado su cabreo por este anuncio del PP. Y es que precisamente ése era uno de los puestos que habían exigido para sentarse a negociar el futuro gobierno de Mañueco al estilo de lo que ocurrió en 2019 con Ciudadanos.

Pero se abre otra vía, a la quese ha referido el único procurador electo de Unidas Podemos, Pablo Fernández, y es que el PSOE «si se mueve, es capaz de llegar a consensos» y presenta su propio candidato -un punto aún no confirmado por los socialistas- pueda también encabezar la Cámara. Para que se cumpliera esta hipótesi s , que contaría con el voto a favor de la formación morada, Vox debería dar la espalda al candidato popular.

No ha dejado tan clara cuál sería su decisión el único procurador de Cs que se sentará en las Cortes, Francisco Igea, que ya ha avanzado que votará al que considere «el mejor candidato» para la Comunidad o, en su defecto, «el menos malo» . En lo que no tiene dudas es en que «es evidente que no puede presidir las Cortes quien no cree en la autonomía ni en el Estatuto», ha asegurado tras la reunión mantenida con el PP. Será esa sesión constitutiva del Parlamento el próximo 10 de marzo la que marque «el futuro» de la Comunidad, ha dicho, antes de explicar que le ha pedido a los populares que se sentaran de nuevo con el PSOE de cara a formar un gobierno «de amplia base» y «estable», en el que deja fuera a Vox, para afrontar un escenario «complicado» como el que se abre con la guerra en Ucrania. En ello seguirá trabajando hasta el final, también con las formaciones más pequeñas, el partido naranja, que se mantiene «abierto» a nuevas reuniones y ya ha trasladado a los grupos con los que se ha mantenido contacto una propuesta programática.

El que no se reunirá en más ocasiones con el PP será el representante de Unidas Podemos. «No hay lugar», ha señalado Pablo Fernández, ante la prensa después de explicar que su «no» al PP será tanto para la investidura como para la Presidencia de las Cortes. «Estamos en las antípodas de su programa y de su ideología», asegura, y «cuatro años más del Partido Popular solo van a ahondar más los problemas que han creado durante sus 35 años de mandato».