Los permisos de paternidad superan por primera vez a los de maternidad

Tanto los permisos de maternidad como los de paternidad se redujeron notablemente con la crisis, a partir de 2008. En el caso de los primeros continúa la caída - de un 7% en 2017. Ya son un 22,6% menos que nueve años atrás en Castilla y León y un 25,3% a nivel nacional-; y en los segundos comenzaron a subir en 2016 -tras haber bajado un 10,86%-, y despegaron en 2017 con el impulso que, en parte, supuso la ampliación a un mes de la prestación, que estaba prevista que el 1 de enero comenzara a ser de una semana más, pero que se mantiene ante la ausencia de Presupuestos Generales del Estado que impide la entrada en vigor de la medida.

Las cifras de la Comunidad se repiten en ocho regiones pero no coinciden con las del cómputo nacional, donde sí se aprecia una clara tendencia en alza de los permisos de paternidad, pero estos no han tomado ventaja. Así, mientras en Castilla y León superan en un tres por ciento a los de maternidad, en el conjunto de España son un 1,4 por ciento menos que los de ellas. Pero si se echa la vista atrás, la brecha se ha acortado notablemente. Un año antes las prestaciones de los padres eran un 12,2 por ciento inferiores a las de las madres, según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

En total, en 2017 se registraron 11.200 permisos de maternidad y 11.557 de paternidad en la Comunidad que de forma conjunta supusieron un coste de 77,8 millones de euros para las arcas de la Seguridad, cifra que ascendió en un 5,5 por ciento respecto al ejercicio anterior, con la ampliación de la duración de la prestación de los padres, cuyas prestaciones crecieron en dinero en un 84,9%.

El permiso de maternidad es de 16 semanas, y el mismo pueden disfrutarlo -salvo la seis semanas posteriores al parto- tanto por ella como el otro progenitor. En 2017 este supuesto se dio sólo en un 2,2 por ciento de los casos.