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Fernando Conde - Al pairo

París no era una fiesta

«París era un Vallecas reeditado, una nueva Atocha, una zona cero rescatada de ese olvido que nos permite vivir sin odiar constantemente»

FERNANDO CONDE

París era lágrima, era sinrazón, era absurdo el viernes por la noche. París era el llanto de la razón, un corazón roto, abierto en dos, alma partida. Todo lo era París el viernes por la noche: caos, miedo, estruendo, dolor, desgarro, un mañana truncado, triste ... recuerdo futuro para la historia de la ignominia, juventud deshecha, golpeada, música distorsionada por el tambor de las pistolas, gritos, promesas de cielo para locos enloquecidos por locos. París era un Vallecas reeditado, una nueva Atocha, una zona cero rescatada de ese olvido que nos permite vivir sin odiar constantemente. Yo era París, tú eras París, él era París, nosotros éramos París, vosotros erais París, pero ellos no eran París el viernes por la noche. Ellos eran la mordaza de la libertad, la antonimia de la avantgarde, la prehistoria de la paz, la negación de la esperanza, el odio a la otredad y a la diferencia. París no era su casa, París era el infierno que les llevaría a ese cielo de huríes que no existe -ni el cielo, ni las huríes-. París era el viernes por la noche una ciudad desvalida, atónita y mortalmente herida.

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