Jorge Francés - Ruido blanco
Efectos secundarios
«La incertidumbre enraiza en una parte de la ciudadanía convertida en negacionista»
La caótica y contradictoria comunicación que las administraciones (y la Junta de Castilla y León es alumno aventajado) están realizando del proceso de vacunación tiene consecuencias. La comunicación siempre provoca efectos secundarios, como dice Manuel Campo Vidal, y cuando causa desperfectos no son fáciles de ... reparar. Se intenta remendar estos días la irresponsabilidad (al menos desde la ingrata orilla de la comunicación) de la alarmista suspensión unilateral y sin previo aviso de la vacunación con AstraZeneca la pasada semana. Repiten ahora que la vacuna es segura y, con un halo entre científico divulgador y vendedor de enciclopedias, insisten hasta el hartazgo en la relación riesgo-beneficio de recibir la dosis respecto a la posibilidad estadística de sufrir efectos secundarios o padecer la Covid-19. Los datos son tozudos e irrefutables en favor de los fármacos. Sí, incluso la vilipendiada de AstraZeneca. Sin embargo, la incertidumbre enraiza en una parte nada desdeñable de la ciudadanía convertida en negacionista de las vacunas. Ya me he encontrado enredado en varias conversaciones de personas en edad de inmunizarse pronto que acabaron a lo Miguel Bosé, en un cóctel peligroso de temor y desconfianza. Y resulta que no acudirán, de momento dicen, como si nos sobrara tiempo para dejar atrás esta pesadilla de muerte y ruina.
La comunicación tiene efectos secundarios. Y, desde luego, no es la variable principal en mitad de una pandemia trágica a la hora de que los gestores tomen decisiones impopulares. Pero sí debería ocupar más a la legión de asesores de los gobiernos para evitar este caldo de cultivo que propaga otro virus, el de la infodemia descontrolada, que alimenta el rechazo social a la única arma efectiva que disponemos para alcanzar el final de este oscuro túnel. Propone Jorge Bustos una operación «Palomares» y que nuestros políticos hagan un Fraga. Que en vez del bañador pongan los brazos para inocularse alegres AstraZeneca y ejemplificar así su seguridad. No en vano la infomedia también es contaminante, también es destructiva y también compromete nuestra recuperación económica.