Jesús González: «Se debe priorizar a quienes vivimos de la agricultura. No hay dinero para todos»

La falta de relevo generacional es un lastre. ¿Hay solución? ¿Cuál?

La mejor herramienta es la rentabilidad de las explotaciones. Es un sector que tiene unos riesgos enormes y la rentabilidad no está en absoluto asegurada. Es fundamental desarrollar contratos que garanticen los costes de producción y una mínima cantidad de ganancias, como en cualquier proyecto tiene que haber un beneficio. A partir de ahí, se incorporarán los jóvenes, porque esta actividad es muy bonita, pero a mucha gente le para porque la inversión es altísima y los beneficios no están garantizados.

Tras un año 2017 de sequía difícil de olvidar, ¿ha sido suficiente el apoyo de las administraciones?

En absoluto. Han sido totalmente insuficientes. Se han puesto en marcha unos préstamos, pero no han llegado al que tenía una situación económica más precaria. No podemos permitirnos el lujo de perder explotaciones por una mala cosecha. El préstamo puede ser una herramienta, y complementarse con ayudas directas. El tema sigue abierto y no descartamos nuevas movilizaciones porque hay situaciones dramáticas. Igual que ayudamos a los bancos hace ocho años, a las autopistas de Madrid porque son una ruina, tenemos igual de derecho.

¿Y los agricultores y ganaderos han hecho lo suficiente por ahorrar con unos recursos hídricos escasos?

Sí, porque nos han dado una limitación y cuando se acababa, se cortaba. Sí que es verdad que hay que ser muy cuidadosos y exquisitos con la gestión del agua, un bien muy escaso. Nos tenemos que responsabilizar todos y, sobre todo, programar los cultivos en función del agua disponible y no desperdiciar ni un litro.

Son muy críticos con la consejera de Agricultura, Milagros Marcos. ¿Por qué?

Lamentablemente, con esta consejera, los niveles de acuerdo y concertación son muy escasos, y lo que queda es la calle. Estamos deseando que nos podamos sentar en una mesa tranquilamente a negociar soluciones. Pero cuando no hay capacidad de negociar, no se atienden nuestras propuestas, lo sentimos mucho, estamos para defender los intereses de los agricultores y ganaderos, y no nos duele en prendas salir a la calle y criticar duramente la gestión de la consejera. Esté quien esté. Lo hicimos con Valín, lo hicimos con Silvia Clemente y ahora toca a Milagros Marcos.

Se está negociando la nueva PAC (Política Agraria Comunitaria) para el horizonte 2021-2027. ¿Qué esperan y cuánto se juega Castilla y León?

Muchísimo. Hay sectores que tienen una dependencia enorme de las ayudas y creemos que diseñar muy bien ese plan estratégico es fundamental. El reto que tenemos es ponernos de acuerdo en lo que queremos y cómo lo repartimos, que eso es tan importante o más como la cuantía. Ahí, la Unión de Campesinos no va a ceder ni un ápice en priorizar a la gente que vivimos de la agricultura de forma exclusiva. No hay para todos. Hay que distribuirlo mejor y tenemos que empezar a tomar conciencia de que los repartos no pueden ser igual para todos. No puede cobrar ayudas todo el mundo.

¿Qué significaría para la Comunidad no lograr una buena PAC?

Supondría el cierre de muchas explotaciones. Lamentablemente, muchas dependen de las ayudas. Ojalá pudiéramos vivir de los precios que percibimos, pero es así. Nos jugamos que muchas puedan seguir existiendo o no.