Apurando las cañas, vinos y copas hasta el último segundo, muchos clientes se ha resistido ha dejar los bares de Castilla y León en la última jornada que han permanecido abiertos antes de que entre en vigor el cierre de la hostelería decretado ... por la Junta para intentar contener el avance del Covid-19.
Al menos durante dos semanas no habrá bares, cafeterías ni restaurantes a los que acudir a tomar algo o comer, así que muchos han aprovechado la jornada para «despedirse» sin fecha cierta de cuándo volverán . Lo mismo que los trabajadores, que ya dan por hecho que los catorce días que por ahora fija el cierre se extenderán.
La jornada ha sido larga antes del toque de queda, que ha llegado de nuevo a las 22 horas, pero con más rezagados por las calles. Desde familias con niños a mayores y jóvenes, mirando el reloj. «Todavía quedan cinco minutos» , comentaba una joven a otro tras exprimir el «último» día de bares.
Y es que la jornada ha sido larga para la hostelería. Además de la concentración frente a las Cortes de Castilla y León como medida de protesta , han notado mayor afluencia de clientela en esta despedida. «Desde las 11 de la mañana algunos pidiendo cubatas» , reconocía un camarero mientras terminaba de recoger la terraza y sin saber cuándo volverán a servir una copa. Este jueves han sido muchas. Y más de uno los que se resistían a dejarlas. Más «cargados» de alcohol de lo normal y hasta con la copa o vaso de plástico en la mano, camino de casa con el último sorbo.
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