Carriedo: «La reforma laboral debe modificarse para mejorar las condiciones del empleo»

El objetivo de la Junta para esta legislatura es llegar al millón de ocupados cuando la realidad es que esa cifra ya está próxima a conseguirse. ¿Se han puesto un reto demasiado sencillo de cumplir o temen que la situación no mejore tanto en los próximos meses?

Puede parecer que hemos dado un salto importante en su consecución, pero cuando se planteó era un objetivo muy ambicioso. El último dato antes de las elecciones autonómicas era de 913.000 ocupados y, aunque hoy estamos en 992.000 y lo esperamos cumplir, acabamos de pasar el mejor trimestre y cuando termine el año la media será más baja.

Habla de la necesidad de que el empleo sea más estable y esté mejor remunerado ¿Qué puede hacer la Junta para garantizarlo?

Partimos de la base de que si hay crecimiento y creación de empleo habrá mejores retribuciones. Los sueldos bajaron por la crisis. Muchas personas tuvieron que aceptar puestos de trabajo con sueldos muy insuficientes. Ahora, con la recuperación, estoy convencido de que habrá ciudadanos que, con su formación y cualificación, podrán ver incrementado su salario y tener un ascenso profesional.

¿Que le diría a un joven que aún no podido «estrenarse» en el mercado laboral?

Que la recuperación también les beneficia a ellos. Llegamos a tener el 53 por ciento de paro juvenil y hoy estamos en el 34. También les diría que en Castilla y león es más fácil encontrar un empleo para ellos que en el conjunto de España, porque tenemos menos paro. Sabemos que hay jóvenes que durante toda la crisis o no han podido trabajar o no han tenido un empleo adecuado a su formación. Esto es un problema muy serio porque hay personas que han dejado sus estudios hace siete u ocho años y que tienen que actualizar su formación. Lo positivo es que ahora tienen una buena oportunidad, aunque ser joven todavía es un problema para encontrar un puesto de trabajo.

Pero muchos están desesperados y se están yendo fuera.

Se entiende su desesperación. La UE habla de una posible generación perdida y no le falta razón. Tenemos personas con más de 30 años que nunca han trabajado en aquello que estudiaron. El reto fundamental es aprovechar esta ocasión porque si pasa la recuperación económica sin que un joven consiga un empleo y volvemos dentro de unos años, ojalá muchos, a unas circunstancias de recesión, puede ocurrir que una persona del entorno a los 40 años sea irrecuperable. Nuestro reto es que nadie de este colectivo se quede fuera.

¿Es usted partidario de modificar algún aspecto de la reforma laboral?

La norma se hizo en un contexto de recesión con el objetivo de frenar la destrucción de empleo y ese reto lo ha cumplido. Ahora, el escenario es distinto y se trata de crear puestos de trabajo y de hacerlo con más calidad.

¿Entonces hay que cambiarla?

Sí. Ahora hay oportunidad de valorar algunas condiciones de la reforma en un contexto de crecimiento. El objetivo ya no es que las empresas eviten el cierre, que era el reto básico de la reforma laboral y sirvió para salvar muchas firmas en Castilla y León. Ahora, el horizonte es otro. Se trata de examinar cómo somos capaces de mejorar las condiciones de los empleos que se están creando.