Arte para reconciliar

En plena cuenta atrás para la inauguración de la exposición, el comisario de la nueva muestra supervisa a contrarreloj los preparativos. «Ya está bastante avanzado. Ahora están llegando las imágenes de sus lugares de procedencia», señalaba hace unos días a ABC, consciente de que el parón de la Semana Santa le resta tiempo.

Tres sedes son las escogidas para ubicar los distintos capítulos de «Reconciliare» : la iglesia de San Esteban, situada extramuros de la ciudad; San Martín, actual Centro del Arte Mudéjar , y San Esteban, en pleno casco histórico. «En principio se pensó en dos iglesias, pero tras el hallazgo de unas bulas de indulgencia en San Esteban, se creyó necesario que ésta también estuviera en el proyecto». Cuatro capítulos componen el discurso narrativo de «Reconciliare», en el que predomina pintura y escultura , aunque también tienen cabida otros géneros como la orfebrería, el mobiliario y los tapices. Esta edición incorpora, además, una importante muestra de fotografía .

Uno de los matices que ha ido cambiando con el paso de las ediciones es la incorporación de obra contemporánea . Se hizo por primera vez en las dos Medinas (Valladolid) y desde entonces se ha ido incentivando. En esta ocasión, detalla, Miguel Ángel Barbado, la fotografía se utilizará como una llamada de atención sobre los problemas que están sucediendo en el mundo. Así, se verán imágenes de refugiados , pero también se reflejarán otras cuestiones como la falta de cuidado de nuestro medio natural: «Se trata de hechos concretos en los cuales el hombre ha infringido los valores más importantes, y cómo Dios trata de reconciliarnos», sostiene el delegado diocesano de Patrimonio de Segovia.

Contar con un tema más «etéreo» que en anteriores ediciones -el agua, la Eucaristía y Santa Teresa fueron los contenidos de anteriores exposiciones- no ha añadido dificultad a Miguel Ángel Barbado, que se estrena como comisario en una de estas exposiciones.

Aunque destaca la calidad de todas las obras reunidas -pese a que algunas diócesis como Valladolid han optado por prescindir de grandes maestros como Gregorio Fernández o Juan de Juni y recurrir a autores menos conocidos-, si tuviera que señalar alguna por su singularidad estética optaría por el Tríptico del Descendimiento , una obra del pintor flamenco Ambrosius Benson del siglo XVI, que actualmente se encuentra en la capilla de San Andrés de la catedral de Segovia. No es de las más antiguas que se expondrán. En este sentido, resalta un sarcófago de madera de un caballero de la familia Rojas procedente del Museo del Retablo y que data del siglo XIV. Esta pieza será, además, una de las pocas de temática no religiosa que reunirá.

En total, «Reconciliare» contará con cerca de un centenar de obras procedentes de las once diócesis, museos, colecciones particulares, galerías e instituciones. «Cuando nos entregan el guión a los delegados de patrimonio primero optamos por recurrir a nuestras piezas y si no tenemos algo en concreto, lo buscamos». En este sentido, señala que aunque los requisitos son exigentes, las reticencias no son las de antes, «porque saben que la Fundación trata las obras con un cariño y una dedicación especial».