El acuerdo entre el PP y Ciudadanos devuelve la estabilidad al Ayuntamiento de Burgos

El 2017 terminaba en Burgos con los ecos de la negociación de una moción reimpulsada por Ciudadanos que a última hora cambió de rumbo y le planteó una «última oportunidad» al equipo de gobierno del PP y «agotar todas las vías de consenso y diálogo». Así lo planteó ayer su portavoz municipal, Gloria Bañeres, para quien, después de año y medio de «desconfianza y desolación», se reactiva ahora la «confianza» en Javier Lacalle porque «cuando alguien suscribe algo lo hace con el interés de llevarlo a cabo».

Por su parte, el alcalde de la ciudad consideró que se trata de un «buen acuerdo» para los ciudadanos y manifestó su «firme voluntad de colaborar y cumplir» lo firmado e incluso volvió a ir más allá y ofreció de nuevo a los tres concejales de Ciudadanos la posibilidad de formar parte de la Junta de Gobierno local o incluso asumir alguna concejalía.

La portavoz de Ciudadanos volvió a rechazar públicamente la oferta y señaló que «controlarán la acción del gobierno desde la oposición». En este sentido, Bañeres dejó claro que llegan a este acuerdo con «confianza» e «ilusión», pero estarán «vigilantes» al cumplimiento de los compromisos adquiridos y el 31 de marzo realizarán una «primera valoración» de la que esperan «salir satisfechos y con ganas de seguir adelante». Para ello, el equipo de Gobierno deberá entregarles un informe del estado de ejecución de los acuerdos y se pide el «cumplimiento íntegro o, al menos, el inicio» de los mismos.

El acuerdo suscrito ayer por PP y Ciudadanos contempla la creación de una mesa de estudio y comisión de investigación sobre la situación de los consorcios municipales que fue también una de las principales reivindicaciones de grupo de Albert Rivera en la negociación de la moción de censura con los grupos de la oposición.

Bañeres también criticó en su momento la falta de cumplimiento del PP de los acuerdos plenarios y presupuestarios. Un punto que se incluye en el acuerdo firmado ayer y que detalla algunas de las actuaciones como destinar al menos un millón de euros al plan de movilidad, 250.000 euros el apoyo al emprendimiento o desarrollar un sistema de presupuestos participativos.

PP y Ciudadanos se proponen asimismo estudiar la limitación de mandatos a dos legislaturas y renovar el pacto antitransfuguismo. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Burgos tiene en la actualidad dos concejales no adscritos que proceden de cada una de estas formaciones políticas.

Además, entre las líneas de actuación se incluye también impulsar la creación de una «comisión de racionalización y seguimiento de la contratación» en el Ayuntamiento y se hace especial hincapié en las medidas sociales. En este sentido, se plantea «reforzarlas» con la elaboración de un plan de integración social y otro de ayuda a las personas mayores además de contemplar el compromiso de no incrementar la carga fiscal de los burgaleses esta legislatura.

Antes incluso de conocer el contenido del acuerdo, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos, Daniel de la Rosa, ya lo calificaba como «chantaje» y recordó que Ciudadanos también les intentó chantajear a ellos negociando una moción de censura para sentarse después con Javier Lacalle.