Quejas de vecinos de un barrio de Torrijos por las molestias en un edificio okupado

El edil afirma que la Policía local no ha recibido denuncias por escrito, a pesar de que los agentes han animado a los vecinos a formularlas. «No voy a poner en duda lo que dicen los vecinos, pero la Policía no puede proceder si no hay una denuncia», se excusa.

Los dos vecinos que se han puesto en contacto con ABC quieren mantener el anonimato. «Por miedo a represalias» de los okupas, explican. «No paso por la acera de ese edificio porque me da miedo», dice una de las perjudicadas, quien asegura que en el interior hay plantaciones de marihuana.

Del mismo modo, se queja de los continuos ladridos de los perros que conviven con las personas que se han apropiado del edificio, entre las que habría algunos menores de edad que no estarían escolarizados. También temen que suceda una desgracia porque —aseveran— los okupas se han «enganchado» ilegalmente al suministro de luz. Asimismo, exponen que la suciedad que se acumula en el inmueble estaría originando un episodio de insalubridad.

La propiedad del edificio, el banco CaixaBank, ya logró echar a unos okupas hace un tiempo. «Pusieron puertas de acero, pero los que están ahora las echaron abajo al día siguiente y se hicieron con el edificio entero», remarca la vecina, quien ha llegado a contar hasta 15 okupas.

El alcalde confirma que la Policía local ha acudido tras la llamada telefónica de algún vecino, pero Arevalillo insiste en que ninguno de ellos quiere formular una denuncia. «Desde el Ayuntamiento solo se puede comunicar a la propiedad que su edificio está okupado, pero nada más». «Actualmente, es más un problema de convivencia, porque no hay incidencias como las que ocurrieron hace dos años, cuando hubo hasta una manifestación de protesta», recordó Arevalillo.

El regidor municipal se refiere a la multitudinaria marcha de vecinos, el 24 de abril de 2016, para reclamar más seguridad contra los robos. «Lo que sucede ahora no tiene ni punto de comparación con lo de entonces», añadió.