Instalarán videovigilancia en el cementerio de Polán después del robo de 90 crucifijos en solo 25 días

Sin embargo, con el estado de alarma por el coronavirus los delincuentes no volvieron a aparecer por el camposanto de este pueblo de 4.000 habitantes, con lo que la propuesta de instalar videovigilancia no se llevó a cabo inmediatamente.

Pero los asaltos volvieron el 14 de agosto, cuando los ladrones arrancaron 31 crucifijos, en tanto que en septiembre actuaron los días 1 (robaron 9 unidades), el 4 (21) y el 8 (más de 29 cruces).

Los crucifijos van atornillados a la piedra de las tumbas y los delincuentes hacen palanca para arrancarlos. No les vale cualquiera, seleccionan las piezas. «Se llevan los macizos de cobre, que son más caros, y dejan los que están huecos», explica el alcalde.

Cifra en unos 500 euros el precio de algunos ejemplares, mientras que los huecos pueden llegar a costar solo la mitad. «Luego lo llevan luego algún chatarrero que le paga dos euros para fundirlos», añade el edil, que también conoce robos similares en pueblos cercanos .

Este jueves el Ayuntamiento ha informado en su página de Facebook de que hace unas semanas había comenzado los trámites para la instalación de circuito cerrado de cámaras de vigilancia. «Como medida de seguridad ante el aumento de robos en el cementerio municipal», explican.

Los primeros trabajos ya se han iniciado con las zanjas para introducir el cableado, según confirmó el alcalde, quien espera que el dispositivo de videovigilancia esté ya funcionamiento en las próximas semanas.