Un libro que cuenta una provincia entera

Algunas cosas son obvias para quienes conocemos sólo superficialmente ese territorio septentrional de Castilla-La Mancha, pero muchas otras son descubrimientos que deberíamos hacer: así las joyas menos conocidas del románico en esta zona ; el monasterio jerónimo de san Bartolomé, de Lupiana; el balneario de Carlos III en Trillo, el panteón de la condesa de Vega del Pozo, en la capital

En la presentación de la obra, el coordinador y editor, Herrera Casado, explicaba que el libro se articula en torno a propuestas para dar a conocer Guadalajara, porque está convencido «de que en estos momentos críticos, el turismo es un elemento que puede salvar a Guadalajara».

El apartado de fiestas y etnología es muy sugerente y abarca desde la caballada de Atienza , que arranca del siglo XII, hasta la octava del Corpus en Valverde de los Arroyos (del siglo XVI), la botarga de Peñalver, las mascaritas de carnaval de Almiruete, o los diablos de Luzón , entre otros.

El bloque que engloba parajes naturales dedica entradas a los valles de los ríos Ungría, Dulce o Mesa, a las conocidas «Tetas de Viana» o al barranco de la Hoz , en Molina, y entre los más conocidos el Hayedo de Tejero Negra y el Pico del Ocejón , el más alto de la provincia, y punto de atracción para los montañistas de media España, entre otras. En el libro aparecen elementos muy conocidos, tales como el palacio del Infantado en la capital, o la catedral de Sigüenza , pero incluye además otros menos conocidos y que nos resultan que no admiten contradicción. Pero se añaden elementos menos conocidos tales como la cueva del moro , de Pastrana, el retablo de san Gregorio , en Alovera, o los ángeles virreinales barrocos de la iglesia de Tartanedo , en el Señorío de Molina.

En cuanto a los autores, el editor ha reunido a medio centenar de guadalajareños de todas las disciplinas incluidas en el libro : historiadores, escritores, periodistas, casi todos ellos vivos y algunos ya desgraciadamente fallecidos, tales como el arqueólogo Dimas Fernández Galiano o el científico (y escritor) José Luis García de Paz, además del ya citado Layna Serrano, cronista provincial.

Por otra parte conviene mencionar que este libro supone el nº 100 de la colección «Tierra de Guadalajara» , una serie que la propia editorial AACHE comenzó hace ahora 30 años, en 1986, y que ha reflejado en ese centenar de títulos lo mejor de la historia, la cultura, el patrimonio y la naturaleza de esta interesante provincia, que está tan cerca y que todos deberíamos conocer mejor. Este libro es un buen pretexto para comenzar a hacerlo.

Muchos opinaron al ver el libro ya publicado: «Ojalá que todas las provincias de España tuvieran, al menos, un libro como éste».