Hoy se cumplen 15 años del logro escolar de la jornada continuada
Padres y profesores lucharon varios años para conseguir este horario en la colegios
CARLOS MARTÍN-FUERTES
Hoy, 24 de septiembre, se cumple el XV aniversario de la consecución de la jornada continuada en el nivel de Educación Primaria en Toledo capital (de 9 a 14.000 horas). Después y paulatinamente este horario se ha ido extendiendo por la provincia, por Castilla- ... La Mancha y en numerosos muchos puntos de España.
Su consecución fue posible gracias a varios factores: comenzó a gobernar el PP a escala nacional y se firmó un compromiso concreto con Toledo; los padres lo eligieron por abrumadora mayoría en votación y, sobre todo, se creó un grupo irreductible de casi 200 personas, entre padres y maestros, que lucharon sin descanso hasta conseguirlo.
La «guerra» de la jornada continuada duró dos cursos, 1994 al 1996, en los que al colegio de la ««Fábrica de Armas», único que la tuvo siempre por su régimen especial, se le obligó a partir la jornada. Cuando todos los centros la pidieron, el Ministerio de Educación y sus responsables de entonces, los socialistas Maraval y Marchesi decidieron quitar este derecho a todos los colegios de un plumazo. Hubo manifestaciones, huelgas, trabajo a doble jornada por maestros, la oficial y la particular de ellos, y concentraciones semanales que lograron arrancar el compromiso al PP de que si gobernaba escucharía la voz de los padres. Y así fue.
De 16 colegios públicos que había entonces, dos menos que ahora, pues no existían el «Europa» y el «Valparaíso», quince votaron que sí. De un censo de 4.326 padres votaron 3.826 familias. Por el sí se decantaron 3.440, por 324 negativos y 36 en blanco, con un 79,52 por ciento de síes. La barrida a favor de la jornada continuada fue abrumadora.
El único colegio donde no se implantó tenía una casuística singular: el «Ciudad de Toledo» de Educación Especial.
En medio esta «guerra», maestros del colegio «Alfonso VI» y del «Alberto Sánchez» fueron llamados a declarar por inspectores de Madrid y Julián Bermúdez Balboa, director del «Fábrica de Armas» por aquel entonces, fue el cabeza de turco siendo expedientado y expulsado de la dirección que legítimamente ocupaba. Una vez con el PP en el poder, Bermúdez —al que se le hizo una cuestación nacional al ser suspendido de empleo y sueldo que luego no hizo falta utilizar y logró gran solidaridad en toda España— fue restituido en el cargo de director con percepción también de empleo y sueldo.
El delegado provincial de Educación que también posibilitó este cambio y se fajó mucho en Madrid fue Amador Domingo Escribano, profesor de Secundaria del IES «Azarquiel». Semanas después de la consecución de la jornada continuada en Toledo se organizó una fiesta oficial en el Paseo de Recaredo con multitud de actos y gran participación de toda la Comunidad Educativa de Toledo. Han pasado ya 15 años y parece que fue ayer.
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