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ENTREVISTA

Víctor M. Martín: «El éxito se demuestra con el crecimiento de clientes y su fidelidad a la entidad»

Entrevista con el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha

Víctor Manuel Martín en su despacho de Caja Rural Castilla-La Mancha Luna Revenga

A. GONZÁLEZ

De nuevo, tras seis años como primer ejecutivo, la entidad vuelve a presentar un balance muy positivo asentado además sobre su presencia en el terreno y cercana a un número mayor de clientes

-Caja Rural Castilla-La Mancha lleva ya muchos años de balances positivos. Pero ¿qué es lo que destacaría en los resultados obtenidos en el último ejercicio?

-Sobre todo la estabilidad en la generación de ingresos. El crecimiento tanto del margen bruto como del neto de la entidad, difícil con el entorno actual de tipos de interés. Creo que la Caja ha conseguido invertir en los últimos años la pirámide de ingresos. Estaba establecido un negocio muy tradicional, y sigue siéndolo, pero hemos incorporado nuevas fuentes de ingresos a través de nuevos productos, nuevos servicios a clientes de valor añadido y eso es lo que más me satisface. Es un balance muy sólido con una morosidad muy contralada y sobre todo previsible, que creo que da mucha tranquilidad a nuestros socios y clientes.

-Lleva ya seis años como director general ¿se están cumpliendo los objetivos que se marcó?

-Por regla general se suele decir que los planes están para no cumplirlos, y la verdad es que no se han cumplido al cien por ciento, sino que se han superado más que ese cien por cien. Si nos retrotraemos a agosto de 2011, que es cuando fui nombrado director, entonces empezamos ese arriesgado plan de expansión, por el que muchos nos tacharon de locos y hoy nos felicitan. La verdad es que hemos llegado donde nunca habíamos pensado llegar. La Caja hoy día tiene una implantación muy fuerte en la región. En total, incluyendo Madrid y Ávila, 373 oficinas y más de mil trabajadores en este grupo económico de Caja Rural Castilla-La Mancha. Los resultados han sido muy satisfactorios, lo que pasa es que no nos miramos el ombligo, sino que somos cero autocomplacientes. Ese creo que es uno de los secretos de ese pequeño-gran milagro o éxito que hemos conseguido, que como se comprenderá no es éxito del director general, sino del grandísimo equipo de profesionales que conforman Caja Rural Castilla-La Mancha, desde el magnífico cuadro directivo, directores de oficina, empleados o los que trabajan en las empresas de servicios de la entidad, y por supuesto de un Consejo Rector muy exigente pero que también ayuda mucho al equipo directivo.

No se descarta que hagamos nuevas operaciones de negocio ni en este año ni en los sucesivos

-¿Y ese plan de expansión va a seguir o se considera ya consolidado?

-Ya tocó a su fin el año pasado, en el sentido de nuevas aperturas masivas, porque creo que la cuestión era llevarlo a cabo en los tiempos de crisis. El sector financiero abandonó el mundo rural, se cerraron miles de oficinas y se despidió a miles de empleados, pero Caja Rural Castilla-La Mancha aprovechó su fortaleza en aquel momento y también un plan perfectamente hilvanado y diseñado para avanzar en los distintos territorios, tanto en las provincias donde no teníamos presencia de Castilla-La Mancha como en Madrid y Ávila. También con las operaciones de adquisición de negocios, dos a Barclays y una a Caixa Geral, así como la apertura propia y el crecimiento orgánico de la Caja. La expansión aporta hoy más de 2.000 millones de euros de negocio y sinceramente la Caja está más que satisfecha. Todo eso tocó a su final en el cierre de 2015, y el 2016 ha sido un año de consolidación. De lo que se trata ahora es de que esas nuevas agencias y oficinas genen negocio e histórico, para que los nuevos clientes e instituciones de esas provincias conozcan nuestras virtudes, que son las de ser una entidad cercana, humana, accesible, ágil, rápida y competitiva. Pero sobre todo que quiere ser profeta en su tierra y que lo hemos sido a pesar de las dificultades por un entorno financiero dificilísimo con tipos de interés en negativo y regulación asfixiante. Aún así, la Caja ha salido triunfante de esa situación y eso se demuestra en el crecimiento tan importante de clientes y su fidelidad a la marca Caja Rural Castilla-La Mancha.

Al lado de la gente

-En la presentación de los resultados dijo algo así como que cerrar en un pueblo una oficina de la Caja Rural era como cerrar el cuartel de la Guardia Civil ¿es una especie de clave del éxito?

-En este mundo en el que parece que todo tiene que ser digital, la presencia física en el territorio donde nos toca desempeñar nuestra labor es muy importante. En los pueblos pequeños y medianos, y esta región los tiene, estar ahí es importante. No todo el mundo quiere ser digital, lo es si quiere, pero nosotros lo que hacemos es poner al alcance del cliente todos los canales para relacionarse y comunicarse con Caja Rural Castilla-La Mancha y operar con agilidad en tiempo real. Más del 30 por ciento de nuestros clientes operan por banca electrónica, pero en más de 35 pueblos somos la única entidad financiera con oficina que existe. Eso es un mix de relación que no perdemos. Al contrario, porque de la relación personal surgen muchas oportunidades de negocio, y eso no es solo mérito nuestro sino de los demás, que han ido cerrando oficinas. Nosotros hemos ocupado el espacio que otros han dejado y eso ha sido muy importante en ese crecimiento de los últimos cinco años.

-¿Desde el punto de las nuevas tecnologías va a haber alguna novedad?

-Novedades hay todos los días, pero la tecnología es irruptiva los seis primeros meses, luego se convierte en una commodity, en algo de uso común que puedes adquirir. Hoy todo el mundo tiene la banca por internet, a través del móvil, la tablet, telefónica, nuevos medios de pago a través del móvil, transferencias automáticas, etc. y por supuesto nosotros también lo ponemos a disposición de todos nuestros clientes. ¿La tecnología avanzará?, sí, pero hay un componente humano que no se debe perder, y eso no significa quedarnos anclados en el pasado. Las oficinas tienen que adaptarse, pero siempre tiendo en cuenta que el centro del negocio es el cliente, y nosotros somos obsesivos con el cliente.

-En un mundo tan cambiante como el actual, ¿es posible que cambie el modelo de negocio de la entidad?

-El modelo de negocio no tiene que ser algo esculpido en las tablas de la ley, sino que tiene que variarse. Siempre he dicho que hay que cambiar progresivamente lo que funciona para mejorarlo. No podemos quedarnos anclados en nuestro modelo, porque si ello fuera así no se hubiera hecho la expansión que se hizo hasta ser la primera entidad de la región. Lo que hemos hecho es evolucionar el modelo con buenos cimientos y luego darle más velocidad, nuevos servicios y productos. El modelo de negocio está en contínua reformulación y evolución y eso lo hemos sabido hacer moderada o relativamente bien. El ayer es pasado y a nosotros nos entusiasma el futuro. Hay que estar trabajando en el futuro hoy, y eso es lo que nos diferencia muy claramente de nuestra competencia.

-¿Cómo está en estos momentos el grifo de la financiación?

-No puede estar más abierto. Hemos crecido en inversión crediticia en todos los ejercicios durante la crisis y este año hemos subido un 6,5 neto después de indemnizaciones. Hemos hecho récord histórico en número de operaciones y concedido más de 800 millones de euros, con crecimiento neto de cerca de 200 millones. Eso significa que la Caja hace bien su papel de intermediario financiero, de inyectar liquidez al sector productivo, al hipotecario, al pequeño y mediano comercio, a la agricultura… y eso es lo que hemos hecho siempre, por eso la Caja sigue atrayendo a tantos clientes, este año 33.500 nuevos.

Crear empleo

-El sector agroalimentario, del que nació la Caja, ha sido foco de atención de otras entidades en los últimos años ¿cómo está ahora este sector?

-En un determinado momento todo el mundo vino atraído por la estabilidad del sector primario, y eso fue una buena declaración de intenciones pero que con el tiempo se pasa. Luego se ve que eso no es tan fácil porque hay entidades que llevan décadas dando ese servicio y que hay una fiabilidad enorme por parte de los clientes, que se acuerdan que en los malos momentos allí estuvo una entidad financiera que es Caja Rural Castilla-La Mancha.

-La entidad que dirige participa en la elaboración de varios termómetros económicos de la región ¿cómo estamos ahora mismo?

-El último termómetro económico lo que muestra es que hay una recuperación cierta ya, tanto a nivel regional como nacional, y eso nos tiene que congratular. Pero al final ese crecimiento económico se debe traducir en la generación de empleo, que es donde tenemos el gran talón de Aquiles en este país y en esta región en particular. Creo que las cifras de desempleo son insostenibles. La gente necesita trabajar y sentirse activa, y esa generación de empleo tiene que venir de la mano del mundo empresarial. Generar más empleo público sin público al que servir es un error. Lo dijo Gay de Liébana en una conferencia aquí en Toledo y me gustó; es la realidad. Hay que empezar a generar empleo privado, y la administración tiene que ser eficiente y dar los servicios que correspondan, pero el empleo viene del lado empresarial, al que se debe cuidar y dar facilidades desde el punto de vista de presión fiscal, porque una excesiva regulación te permite recaudar más, pero no crear más empleo.

Víctor Manuel Martín destaca unos resultados que reflejan solidez Luna Revenga

-¿Qué le reporta al acción social a la entidad?

-Creo que en el ADN de Caja Rural Castilla La Mancha, como entidad de economía social, lo es todo. Hay una labor financiera pero también social. De ese rendimiento financiero luego podemos hacer la inversión. En concreto en 2016 más de 3 millones de euros se han dedicado al Fondo de Educación y Promoción, con cerca de tres mil beneficiarios en el área de discapacidad, 8.300 en pobreza y exclusión social, más de 4.000 en cultura, cerca de 1.500 en el área de talento, 176 en emprendimiento e innovación y casi 3.000 en cooperación. La Caja tiene unas raíces tan profundas en nuestra tierra que tenemos que actuar en todos los segmentos y principalmente con los que más lo necesitan.

-Desde su puesto en la Caja ¿Cómo valora que después de varios meses de negociaciones políticas no se haya logrado aprobar el presupuesto de Castilla-La Mancha de este año?

-No llegar a un acuerdo en los presupuestos no es bueno para esta tierra, sinceramente. Yo no tengo ningún perfil político, pero desde el punto de vista social y económico que una región, a finales de abril, esté sin presupuestos no es lo mejor. Tiene que haber entendimiento entre las diversas fuerzas políticas y llegar a un acuerdo que sea bueno y beneficioso para la sociedad, porque de eso se trata. Hay que pedir altura de miras a los políticos.

-Como ocurre con otros coletivos ¿a la Caja le afecta esta situación?

-Nostros nos dedicamos a la Caja Rural Castilla-La Mancha y evidentemente todo lo que afecta a la región también nos afecta. Si a la región le va bien a nosotros también, y si le va mal a nosotros no nos irá tan bien. Pero insisto, la Caja es una entidad muy sólida y solvente, que está creciendo en márgenes aunque otros sacan la cifra de beneficios, que nosotros también hemos tenido, 25,4 millones brutos, con un balance de 7.100 millones de euros, una morosidad el 3,17, una cobertura de más del 100 por 100, una solvencia total de casi el 17 por ciento, mientras otros presumen del 13… creo que son datos muy serios. Y desde luego somos una entidad prudente, porque hemos podido dar más beneficio, pero hemos guardado en los cajones, que es lo que nos enseñaron nuestros mayores, para lo que pueda pasar. Esta Caja siempre será segura para que nuestros clientes duerman a pierna suelta con su dinero y sus inversiones en nuestra entidad. Y a colaborar en el progreso de la región y de fuera de ella, con 33 oficinas en Madrid y 20 en Ávila. ¿Y en el día de mañana habrá nuevas operaciones?, pues quién sabe.

Nuevas operacionnes

-¿Las habrá?

-Desde luego nosotros siempre estamos trabajando en algo, porque hombre parado, malos pensamientos; y desde luego nosotros parados no estamos nunca. No se descarta nada ni en este año ni en sucesivos. Nosotros estudiamos cualquier operación que sea buena para la entidad. El tiempo dirá.

-Las últimas operaciones que se hicieron ¿qué resultados han dado?

-Ha sido una magnífica compra de negocio, que está reportando unos beneficios tremendos a la entidad. Nuestra presencia en Madrid es muy importante, en una comunidad autónoma que está yendo a una velocidad tremenda, con generación de operaciones de inversión, de depósitos y de clientes enorme. Pero también en Ávila estamos funcionando muy bien… Gracias a Dios a nuestra entidad le está yendo muy bien, pero también nos alegra que haya éxito para todo el mundo, aunque queremos que el primer éxito sea el de Caja Rural de Castilla-La Mancha. Velamos por la seguridad de la entidad todos los días, pero siempre mirando al futuro. No miramos al retrovisor, porque si lo haces te puedes salir de la carretera. Siempre mirando hacia adelante, concentrados y despiertos.

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