Nueva condena al Sescam: pagará 312.383 euros por secuelas a un niño en un parto en 2009

La sentencia ha sido dictada por el Juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Toledo y dada a conocer hoy por la Asociación el Defensor del Paciente, que ha llevado el caso.

Los hechos se produjeron el 20 de septiembre de 2009 , cuando la madre del niño, en la semana 39 de gestación, ingresó en el Hospital Universitario de Guadalajara a las 6.15 horas .

La Asociación el Defensor del Paciente ha informado de que a las 9.05 horas, «se rompió la bolsa, presentando líquido teñido de meconio» y, en lugar, de «actuar a fin de evitar el sufrimiento fetal y la hipoxia, se le administró oxitocina», mientras que no se realizó la cesárea hasta las 9.55 horas.

Como consecuencia de estos hechos, el niño nació con una asfixia neonatal severa, síndrome de aspiración meconial y neumotórax derecho y fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Según la sentencia, a las 7.00 horas debió pautarse la práctica de la cesárea, por lo que el retraso hasta las casi las 10.00 horas fue «totalmente inadecuado».

En la actualidad, el menor sufre una encefalopatía grave, hipoacusia, neumotórax y reflujo gástrico , con lo que requiere cuidados constantes y se encuentra en el g rado de dependencia más alto que recoge la legislación.

La Asociación el Defensor del Paciente ha informado de que la familia ha apelado la sentencia pues el juez aplica, a su juicio, «de forma extemporánea e irregular la teoría de la pérdida de oportunidad, que no fue alegada por ninguna de las demandadas ni se efectuó prueba alguna al efecto con evidente indefensión para los padres que actuaban en su nombre y en nombre del menor».

La semana pasada se conocía una nueva condena al Sescam, que tendrá que pagar 40.000 euros a la familia de un paciente que falleció en 2007 en el Hospital de Guadalajara, al que se hizo con retraso un diagnóstico de infección por legionella .

El paciente fallecido, un hombre de 66 años de edad, que estaba diagnosticado de leucemia linfática crónica, ingresó en diciembre de 2007 en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Guadalajara por presentar fiebre de 38,5 grados, tos no productiva y quebrantamiento del estado general, que era concordante con un diagnóstico de neumonía.

En la sentencia se indica que en un informe realizado por una doctora se reconocían diversos errores en el tratamiento, ya que «se dieron al paciente sucesivos antibióticos sin replantear el diagnostico inicial y ello a medida que el paciente empeoraba» y «solo cinco días después de la intervención se añadió el antibiótico especifico de la legionella».