Críticas y peticiones de cese o dimisión del ministro Garzón en Castilla-La Mancha por su ataque a la ganadería industrial

Uno de esas primeras reacciones ha sido la del propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page , que un día después de conocerse las declaraciones del ministro Garzón le ha pedido, mediante una publicación en su cuenta de Twitter, que rectifique sus palabras. «No se puede hacer propaganda negativa de un sector tan importante en el exterior. Nuestra carne cumple todos los estándares de control y es de primera calidad», ha defendido.

Momentos después de que García-Page hiciera esa publicación, llegó otra en la misma red social del presidente del PP de Castilla-La Mancha, Francisco Núñez , quien espera que el jefe del Ejecutivo castellanomanchego vote a favor de la reprobación al ministro de Consumo que presentarán los populares en el próximo pleno de las Cortes regionales.

«Me alegro Emiliano de que, aunque tarde y esperanzo a la reacción de Sánchez, hayas reaccionado. Pensaba que serías más enérgico defendiendo al sector. Ahora espero que votes a favor de la reprobación a Garzón que presentaremos en el próximo pleno de las Cortes regionales», reza el mensaje de Núñez en Twitter.

No solo ha habido críticas al ministro de Consumo en el ámbito político. Desde el mundo empresarial también han respondido a sus declaraciones, como las que provienen de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), que ha manifestado «su absoluto rechazo» ante las afirmaciones de Alberto Garzón.

Desde Cecam aseguran, en una nota de prensa, que el ministro hizo «una acusación gratuita que no muestra más que su desconocimiento por un sector que lleva años trabajando por mejorar el bienestar animal y con un prestigio en el mercado europeo y mundial». Por eso, consideran que «estos ataques no son de recibo» para un responsable del Gobierno al que «le compete defender los intereses de la sociedad a la que representa».

En Castilla-La Mancha, según informa Cecam, la ganadería representa aproximadamente el 3% del PIB, aportando casi 1.000 millones de euros. Asimismo, explican que la actividad ganadera actúa como creador de empleo y fija población en áreas con escasez de habitantes (zonas remotas y en alta montaña, por ejemplo), «contribuyendo al reto demográfico que tanto nos preocupa».

«Existen más de 11.000 explotaciones ganaderas, que emplean aproximadamente a 25.000 personas en la región. Los continuos esfuerzos del sector ganadero por ser competitivo y sostenible, adaptándose de forma continua a los criterios y normativas nacionales e internacionales en cuanto a protección medioambiental (tratamiento de residuos, emisiones de gases y gasto de recursos), medidas sanitarias y bienestar animal, demuestran que este sector no sólotiene la calidad exigida, sino que está por encima de esos parámetros, por lo que merecen un respeto que en este caso no ha sido salvaguardado», indican desde la patronal regional.

Es por ello que Cecam manifiesta «su firme apoyo» al sector ganadero, «creador de riqueza y empleo y salvaguarda de un desarrollo sostenible, un sector que confiere prestigio a nuestro país». Además, creen que es «inadmisible» que un representante del Gobierno español realice este tipo de afirmaciones, mostrando «un absoluto desconocimiento de la realidad».

Más lejos ha ido la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), que ha exigido «el cese fulminante o la dimisión» del ministro de Consumo «por el ataque directo al sector ganadero». En una nota de prensa, afirman que, «una vez más», las declaraciones de Alberto Garzón son «imprudentes, irresponsables y suponen un atentado de incalculables consecuencias» contra el sector agroalimentario de la provincia de Toledo, de Castilla-La Mancha y de España. «Máxime si se tiene en cuenta que han sido vertidas en un medio de amplia difusión internacional», apuntan.

«Declarar que las cabezas de ganado en España contaminan, son de mala calidad y son objeto de maltrato aparte de ser una mentira deleznable constituye una afirmación ridícula que roza la estupidez y la mala fe. Podría considerarse un error, pero no parece que sea así, ya que empieza a ser una costumbre del ministro, sin competencias sobre esta materia, protagonizar campañas de desprestigio contra distintos sectores agroalimentarios, particularmente contra el sector cárnico», manifiestan.

Advierte Fedeto de que «dañar el prestigio internacional de la ganadería española implica poner en tela de juicio a los productos agroalimentarios de España y, en consecuencia, daña directamente a uno de los pilares más importantes de nuestro producto interior bruto. Sus palabras constituyen una infamia y revelan que desconoce absolutamente la realidad del sector al que se refiere».

Por eso, destacan desde Fedeto, «sus afirmaciones presuntamente podrían ser calificadas de calumniosas». Además, consideran «inaceptable» esta actitud de un ministro de España. Por ello, a su juicio, «debe rectificar de forma inmediata, pedir disculpas al sector agroalimentario español y garantizar que no volverá a pronunciarse, sin pruebas, en el mismo sentido y dimitir de su cargo». De no hacerlo, subrayan, «debería ser cesado de forma inmediata si el Gobierno de España no quiere ser copartícipe de sus afirmaciones y del daño que estas puedan producir».