«En el Congo, hay mujeres violadas abandonadas»
En su país, los grupos armados han cometido homicidios y torturas sin freno algunoNicole Odia-Kayembe, directora de «Acción contra la impunidad»
«En el Congo, hay mujeres violadas abandonadas»
Defensora de los Derechos Humanos en la República Democrática del Congo, Nicole Odia-Kayembe visitó ayer las dos capitales canarias y la isla de La Palma, invitada por Anmistía Internacional en Canarias, para dar a conocer la espeluznante situación que padecen en su país al ... menos 20.000 mujeres, según los datos de 2010 de las Naciones Unidas.
Víctimas de violaciones o vejaciones sexuales como consecuencia del conflicto armado, la abogada y directora de la oficina en Kinshasha de la organización «Acción contra la Impunidad para los Derechos Humanos» (ACIDH) asegura que las mujeres en zonas de conflicto son un «blanco privilegiado; se usan como arma de humillación y de terror».
Una forma de violencia que ataca a mujeres de todas las edades y en la que los agresores actúan prácticamente con impunidad, tanto penal como social. Al contrario que las mujeres, que llegan a ser rechazadas por su familia y abandonadas a su suerte. «Existen casos de mujeres abandonadas por sus familias, a las que ayudan las ONG», afirma lacónica. Contra la impunidad, y con la finalidad de perseguir una justicia efectiva para ellas y, por tanto, para sus agresores, Odia-Kayembe se incorporó en 2004 a una organización, de la que forman parte 400 mujeres y un hombre, en la capital del Congo, país en el que los grupos armados han cometido violaciones de toda índole: homicidios, torturas, uso de menores soldados, violaciones en masa.
Sin victimismos ni demagogia, la letrada se muestra convencida de que la justicia y reparación de las víctimas, de su dignidad, comienza por la difusión de lo que ocurre en la república africana, dónde no existen estadísticas oficiales concretas que precisen la cifra de mujeres afectadas por la violencia sexual.
La organización, compuesta principalmente por abogados que trabajan conjuntamente para poner fin a la impunidad, se encarga, entre otras funciones, de la supervisión, defensa, sensibilización y formación en derechos humanos en su país. «En mi país, hay dos tipos de violencia, la que se inflige por el mero de ser mujer y que entronca con la cultura; y las violaciones en los conflictos armados. Culturalmente, la mujer no se considera igual al hombre. Por falta de voluntad política, las mujeres no obtienen justicia», matiza. Nicole Odia-Kayembe ha iniciado una campaña de sensibilización, de la mano de Anmistía Internacional, que la llevará a recorrer varias ciudades españolas y europeas para solicitar apoyo internacional que permita el cese de la impunidad.
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