«Para allá era una de 17.000 y otra de 19.000... y el hermano de Martel necesita 3.000»

-Silverio: «No, no, no, no fui no fui...porque ir al gimnasio a las cuatro era levantarte a las cinco y media.

(...)

-S: «Venga, Marcial, un abrazo y gracias por (no se entiende) que has colaborado, que sé que has colaborado, vale.

-M: «tranquilidad y buenos alimentos».

Ya en junio, Matos realizó una llamada reveladora con el director de la Escuela Taller Municipal:

-Fausto: «Dígame, señor».

-Matos: «Hola, Fausto, Buenos días».

-F: «¿Qué pasó?»

-M: «Mira, ayer vino aquel a buscar los tres mil».

-F: «Ah, ¿y se lo diste?».

-M: «Se lo di, sí...¿vale?».

-F: «Vale, ¿le hiciste un pequeñito recibí? ¿No?».

-M: «No, no, no, se lo di directamente... él no vino a buscarlo, vino un hermano».

-F: «Ah, vale, vale».

-M: «No pasa nada, ¿vale?».

-F: «Venga, venga».

-S: «Vale, gracias. Hasta luego».

Un mes después, Matos y Fausto vuelven a entablar una conversación telefónica en el que se dan cifras económicas muy llamativas.

-Fausto: «¿Si?».

-Matos: «Oye, Fausto».

-F: «Qué pasó. Dime».

-M: «Buenos días, mira, me llama ahora este...Juan...el director de la Caja... ¿no?... Rural...».

-F:«Sí, sí, claro. Para allá era una...era de 17 (mil) y otra era de 19 (mil)».

-M: «¿Una de 17 y otra de 19?».

-F: «Claro, la de la Caja Insular (...), date cuenta que es anual».

-M: «¿Y de dónde vamos a pagar eso?».

-F: «No, ese es el proble... no y el hermano de Juan Martel me está llamando porque... necesita más o menos tres mil».

-M: «¡Ño! ¡Joder!».

-F: «Hay que buscarle algo, tío, hay que...eso tenemos que hacer aunque sea alguna chapuza o algo para... para solucionarlo eso ahora en agosto y después ver que hacemos».

-M: «Y el otro quiere carreras con todo este problema, ¿no?».

-F: «¿Quién?».

-M: «Felipe».

-F: «No, coño, pero, pero eso es porque es el anual... después... eso es el año, date cuenta que eso al año es una porquería».

M: «Sí, pero... ¿y de dónde lo sacamos ahora? Porque ya me llamó Juan Trujillo y me llamará Tino hoy también, ¿no?».

F: «No, ya me llamó, ya me...no a él lo tengo medio parado hasta...hasta mitad de agosto».