Naviera Armas navega en la Bolsa de Londres

Solamente basta ver los factores y toda la trigonometría mental con la que debe moverse el presidente de Puerto de Las Palmas, Luis Ibarra, para poder seguir adelante en un proceso de regeneración permanente del negocio marítimo. Apenas unas estadísticas extrañas y todo se convierte en pesimismo. Es normal porque eso ocurre en todos los puertos del mundo.

Dicho lo anterior, ahora quedan que esas empresas canarias del negocio portuario sigan adelante con la imaginación . Y el mayor reto al que tienen que hacer frente es a la transformación digital de los puertos de Canarias. Pasar de puertos analógicos a puertos digitales. Es un anacronismo que el segundo puerto del mundo en carga en 1916 tras el puerto de Nueva York tenga ahora que conformarse con ser uno entre los 50 más importantes del planeta.

Los puertos de Canarias, y quizás los de Tenerife a mayor velocidad porque el Puerto de Granadilla es nuevo y el de Santa Cruz marcha a su ritmo de siempre, tienen la oportunidad histórica de volver a ser las infraestructuras inteligentes ; pero eso requiere digitalizarlo todo. De arriba a abajo. Y que dejen trabajar a los Ibarra y Mechior tranquilos. Al golpito, como nos gusta a todos los canarios.

(*) Miguel LLorca es experto en innovación.