España evita el conflicto con Marruecos y opta por el diálogo para delimitar las aguas que afectan a Canarias

González Laya manifestaba que «Marruecos está haciendo algo que tiene derecho dentro de la legislación internacional», pero que debe hacerlo de «mutuo acuerdo» según indica la Convención del Mar de las Naciones Unidas.

Sin embargo, en lo que respecta al Sáhara Occidental -un territorio que la ONU considera «en proceso de descolonización» y el cual no pertenece al país magrebí- la ministra ha asegurado que «España mantiene la posición de Estado».

Asimismo, mostró su apoyo a las Naciones Unidas para buscar «una solución política dentro del Consejo de Seguridad». Esto se vuelve crucial, pues sin las aguas del Sáhara Occidental, Marruecos no podría reclamar los minerales de Tropic por los que «pelea» con España. Por último, la jefa de la diplomacia española ha anunciado la convocatoria de «una reunión de alto nivel para avanzar en las políticas de cooperación» entre ambos países.

Por su parte, Naser Burita, ministro de Exteriores del Reino de Marruecos, indicaba que su país está «en su derecho soberano de trazar su espacio marítimo» comparándose con España cuando hizo lo propio con el archipiélago canario en 2010. En cuanto a las zonas de solapamiento, explica que «se encontrarán soluciones que no sean unilaterales», manifestaba antes de añadir que el reino alauí y el español «son dos países vecinos que comparten una relación estable y profunda».

De este modo, Burita quiso dejar claro que el país magrebí rechaza «la imposición de su voluntad» para basar la resolución de este conflicto mediante el diálogo para alcanzar «una solución común».