Economía libera 1,2 millones de ayudas a 80 empresas y autónomos afectados por el volcán

En total, han sido registradas 315 solicitudes hasta la fecha.

Esta ayuda está destinada a quienes han sufrido la paralización total y continuada de la actividad económica o profesional desarrollada en infraestructuras afectadas por la erupción volcánica, ya sea como «consecuencia de la pérdida total del establecimiento o por otras circunstancias sobrevenidas que hayan impedido el normal desarrollo del negocio», versa el documento. También se incluye en esta partida las afectadas por el corte de los accesos al municipio, pérdida de suministros básicos, cierre del espacio marítimo o confinamiento de la población, entre otras cuestiones, con la consiguiente pérdida total de ingresos propios de la actividad empresarial.

La consejera de Economía, Elena Máñez, ha señalado la importancia de estas ayudas para « paliar la actual situación del tejido productivo palmero y así compensar a empresas y personas autónomas » con el objetivo de «volver poco a poco a la normalidad». En paralelo, hay iniciativas extraordinarias en materia de empleo, vivienda o agricultura impulsadas tanto desde la administración autonómica como desde el Gobierno de España y corporaciones locales ante la erupción volcánica, ha dicho.

Antes de final de año, la consejería de Economía, Conocimiento y Empleo «abonará una nueva remesa de ayudas para continuar con el apoyo a las empresas y personas autónomas afectadas por la erupción volcánica de La Palma».

Esta partida de ayudas se entrega en un momento en el que los vecinos afectados por el volcán de La Palma se impacientan. El pasado lunes, 2.000 residentes de las zonas damnificadas por la erupción celebraron una concentración para exigir el reparto inmediato de ayudas y donaciones, más información y participación ciudadana, ya que aseguran no estar al corriente y piden poder ser parte del plan de reconstrucción de La Palma y tener voz en las tomas de decisiones.

Ayer miércoles se concentraron los vecinos de las zonas de exclusión, que a pesar de no estar afectados directamente por la lava llevan meses fuera de sus hogares y con sus negocios cerrados. En esta concentración han pedido acelerar los procesos para poder volver a la normalidad lo antes posible.