Otoño devastador: la cuenca del Ebro pierde dos millones de litros cada minuto

La situación es crítica en una larga lista de pantanos. De los poco más de sesenta que tiene esta cuenca hidrológica, 17 están por debajo de su capacidad máxima. Y, si la situación no cambia radicalmente -para lo que haría falta que lloviera de forma considerable-, esa lista de pantanos en situación crítica se agrandará en cuestión de días. De hecho, en la última semana la mitad de las presas de la cuenca del Ebro han visto perder reservas, porque han recibido menos agua de la que ha salido por sus compuertas.

Según el último parte de situación facilitado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), su reserva de agua embalsada es del 42% sobre la capacidad máxima. Hace justo un año era del 47%. Y el promedio del quinquenio 2012-2016 alcanzaba el 57% en estas mismas fechas del año.

Desde que empezó el año hidrológico, el pasado 1 de octubre, la cuenca del Ebro ha perdido 147 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Como no ha habido lluvias, y además las temperaturas han sido más altas de lo normal, la mayor parte de los pantanos han seguido perdiendo reservas.

Esos 147 hectómetros cúbicos que ha perdido la red de presas de la cuenca del Ebro desde el 1 de octubre es como si se hubieran volatilizado dos embalses llenos del tamaño del de Búbal (Huesca). Esta presa, por cierto, es una de las que está actualmente en estado crítico, y ejemplifica la dramática situación de sequía que se extiende por gran parte de la cuenca del Ebro. El embalse de Búbal tiene capacidad para recoger 62,7 hectómetros cúbicos, pero solo tiene 5 en estos momentos. Está a un escuálido 8,2% de su capacidad.