El Ejecutivo regional se apresura a lanzar una subasta de propiedades para hacer caja

Es un nuevo intento por hacer líquidas propiedades que, en gran parte, el Gobierno de Aragón lleva años tratando de vender sin éxito. Entre ellas, varias viviendas en Zaragoza capital.

Para facilitar las ventas y evitar otro «pinchazo» como los de años anteriores , previsiblemente la subasta de la próxima primavera flexibiliará los precios con los que se podrá pujar, de forma que puedan ofertarse importes inferiores a los que marca como precio de salida la Administración . Esto será posible gracias a la modificación llevada a cabo en la normativa que rigen estas subastas oficiales, que a partir de ahora permite que los interesados presenten pujas que cubran al menos el 75 por ciento del precio de salida del inmueble establecido por la Comunidad Autónoma, medida con la que se intenta incentivar la venta de patrimonio disponible y que permitirá ajustar las tasaciones de la Administración autonómica con los valores del mercado.

Durante los últimos años, el Gobierno aragonés —como la inmensa mayoría de ejecutivos autonómicos— cuadró sus presupuestos inflando sus previsiones de ingresos por venta de patrimonio. La realidad demostró sistemáticamente que esas previsiones eran excesivas.

En 2012 previó ingresar por esta vía 12 millones de euros, pero solo hizo efectivo medio millón; en 2013 volvió a cuadrar sus presupuestos dando por hecho que obtendría otros 12 millones por venta de patrimonio, pero obtuvo en realidad poco más de 400.000 euros; en 2014 disparó su optimismo y contempoló unos ingresos por esta vía de 29,1 millones de euros, pero sólo logró hacer efectivos nueve; y en 2015 presupuestó 27 millones en esta partida de ingresos, pero hasta noviembre —últimos datos certificados por el Ministerio de Hacienda— apenas había obtenido 212.000 euros.