Ayer domingo se daba con el cuerpo sin vida de José Antonio Martínez, de 35 años de edad . Sus padres habían denunciado su desaparición a las doce de la noche del sábado, desupés de que el hombre no regresara a casa horas después de haber salido al monte con intención -según había dicho- de limpiar de maleza y ramas unos senderos de montaña. Esta familia catalana es muy conocida en la zona, ya que tiene desde hace años una segunda residencia en Alquézar.
Horas después de iniciarse la búsqueda, en la que participaron decenas de efectivos que contaron también con apoyo aéreo, la Guardia Civil dio con el cadáver del hombre en el fondo del Barranco de la Peña Castibián, en Alquézar. Se había despeñado mortalmente por un cortado.
La víspera fue rescatado el cadáver de otro montañero en la zona de Panticosa. Se trataba de un hombre de Portugalete (Vizcaya), de 69 años, que estaba ascendiendo al Pico Arnales. Murió al precipitarse por 200 metros de pendiente de rocas y nieve.
El 3 de abril, un zaragozano de 46 años perdió la vida en Beranuy (Huesca) al sufrir un desvanecimiento y caer por un talud. Y un día antes, el 2 de abril, un navarro de 62 años murió repentinamente cuando hacía una ruta de montaña por el Moncayo zaragozano.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete