Alumnos con bufandas y guantes en un instituto de Zaragoza cuyas aulas no pasan de los 15 grados

El atuendo en esas clases es de lo más abundante: los estudiantes no se quitan los abrigos, se protegen con bufandas y con guantes ante un frío constante que les ha llevado incluso a manifestarse. Sus padres también andan indignados.

Los hay que optan por ponerse dos pares de calcetines. Otros, además de dejarse puestos los abrigos, incluso se colocan bufandas y guantes. Empezar el día dando clase con 13 grados de temperatura ha sido algo habitual en las últimas semanas.

En cuanto la ola de frío ha hecho acto de presencia, el problema se ha disparado. Como los plomos: los cuadros de electricidad de este instituto también han saltado, porque para paliar la situación optaron por enchufar calefactores y radiadores, pero la potencia eléctrica del centro no da de sí. Así que esto tampoco es solución.

Dicen desde la dirección del centro que el asunto está intentando solucionarse. Los alumnos creen que, a este paso, se solventará cuando pase lo más crudo del invierno y el tiempo dé un respiro.

Es un problema de diseño técnico: el instituto se abrió aprovechando antiguas dependencias de la Expo de 2008. Exactamente, el problema del frío se concentra en las aulas que ocupan lo que fue el centro de prensa de la Expo.

El sistema de calefacción es de aire, una bomba de calor. Pero cuando el frío apura, la climatización no hace efecto.

Desde hace unos días, una empresa de climatización está trabajando para ver si da con la solución, pero ésta aún no ha llegado. Encima, cuando los técnicos se han puesto manos a la obra han visto que varios de los equipos de calefacción estaban deteriorados.

La Consejería de Educación del Gobierno aragonés se justifica subrayando que se lleva ya tiempo buscando una solución a este problema del frío intenso en el IES «Miguel de Molinos». Que se está en ello.

El intenso frío afecta a las aulas de cuarto curso de la ESO y de primero y segundo de Bachillerato de este instituto zaragozano, las clases que están en el edificio en el que el sistema de calefacción no rinde.