«Urdangarín pidió un contrato de 300.000 euros por el patrocinio del equipo ciclista»

«Pepote» Ballester relata que el Duque de Palma impuso que se le adjudicase la «oficina del proyecto»

«Urdangarín pidió un contrato de 300.000 euros por el patrocinio del equipo ciclista» EFE

PABLO MUÑOZ

Uno de los episodios más significativos del «caso Nóos» se produjo en el verano de 2003, cuando Iñaki Urdangarín se puso en contacto con su amigo José Luis «Pepote» Ballester, director general de Deportes balear, para ofrecerle que el ejecutivo autonómico de ... Jaume Matas patrocinara un equipo ciclista, en concreto el Banesto de José Miguel Echávarri, que pasaría a llamarse Illes Balears-Banesto.

«Pepote» Ballester afirma en su declaración voluntaria del pasado 15 de diciembre que «lo que ofrecía Iñaki Urdangarín era, por una parte, el patrocinio del equipo ciclista, y por otra que le contratasen a él para el servicio de seguimiento y promoción» del mismo. De hecho, el Duque de Palma, tras reunirse con Matas, detalló «no solo los costes del patrocinio, sino los de su propia intervención» , que se concretaría en el desarrollo de una «oficina del proyecto» que incluía los servicios de seguimiento de la repercusión en los medios, logística de apoyo, gabinete de prensa y coordinación de actos oficiales, entre otros. «Urdangarín cifró los costes en unos 300.000 euros», dijo el ex alto cargo.

Se daba por supuesto

Cuando Ballester analizaba los costes y la viabilidad del patrocinio se entrevistó, por mediación del Duque de Palma, con Eusebio Unzué y José Miguel Echávarri: «En esas entrevistas se daba por entendido que Iñaki Urdangarín participaba en el proyecto». Sin embargo, Echávarri, en su declaración como testigo, tomada el 19 de diciembre en Madrid, aseguró que conoció a esta persona «en la presentación oficial del equipo en Fitur y solo sabía que era amigo de Pepote Ballester». Además, precisó que lo que se daba por entendido era que Nóos participaba en el proyecto.

Ballester asegura que Matas fue quien ordenó la contratación de Iñaki Urdangarín —a través de la empresa Nóos Consultoría Estratégica que compartía con Diego Torres—, y que se decidió que «el presupuesto global de 300.000 euros aproximadamente» presentado por él se distribuiría entre la Fundación Illesport y el Ibatur, «para repartir la carga económica». Jamás hubo intención de convocar concurso alguno, como tampoco se hizo a la hora de contratar a una empresa para que hiciera el seguimiento del impacto mediático del equipo, en este caso Sofres, elegida por el Duque de Palma. Esta vez, sin embargo, se presentaron dos presupuestos alternativos firmados por una empresa de Urdangarín, Aizoon, y otra de Diego Torres, Virtual, para dar apariencia de legalidad a la adjudicación.

Los disparates no acabarían ahí. En los primeros meses de 2004, en cumplimiento del acuerdo de patrocinio, comenzó a desarrollarse la «oficina del proyecto». Por esas fechas había que poner en marcha el gabinete de comunicación , que además del servicio de prensa se encargaría de coordinar los actos oficiales del equipo.

Torres y Urdangarín habían llegado a un acuerdo privado con Abarca Sports, la sociedad de José Miguel Echávarri propietaria del equipo ciclista, según el cual esta contrataba los servicios de Nóos Consultoría Estratégica S.L. para que se hiciera cargo de ese trabajo. El precio del servicio era de 232.000 euros, pero lo más curioso es que solo una cuarta parte de este dinero debía abonarlo Abarca Sports; el resto, 174.000 euros, tenía que ser pagado por la Fundación Illesport, del Gobierno balear.

Tres recibos

El contrato suponía que dos empresas privadas llegaban a un acuerdo por la realización de un trabajo... que debía pagar una administración pública. Pero es que además ese organismo ni siquiera había intervenido en el contrato . Pues bien, a pesar de ello, la Fundación Illesport pagó el dinero acordado por Nóos con Abarca Sports, que solo aportó una cuarta parte de los fondos.

«Pepote» Ballester y Gonzalo Bernal —responsable de Illesport— acordaron con Nóos que emitiera contra la Fundación tres recibos de 58.000 euros cada uno para completar los 174.000 acordados. Y ello sin que se hubiera abierto expediente alguno y sin ni siquiera un contrato que sustentase esos gastos, que de cualquier forma se abonaron.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios