Patxi López se convierte en la «tercera vía» sucesoria

Unos en el PSOE piensan que se ha precipitado; otros, que actúa al dictado de los intereses de Rubalcaba porque este no es su tiempo, y una mayoría silenciosa cree ver un movimiento de salida de López después de la hecatombe del 22-M, que en el País Vasco presenta características específicas. La irrupción de Bildu ha ido mucho más allá de lo que muchos pudieron imaginar y significa la casi segura desaparición del pacto «constitucionalista» PSE-PP en enero de 2013, cuando haya elecciones autonómicas.

Además, no es un secreto el malestar del lendakari con Zapatero por la forma en que lleva sus pactos con el PNV, especialmente los presupuestarios, que hacen aparecer al PSE ante su electorado como subsidiario de los logros que consigue el grupo parlamentario que lidera Josu Erkoreka en las Cortes.

De todas formas, la irrupción de López en la escena sucesoria socialista no es nueva. No hay entrevista en la que no se le pregunte y eso le llevó desde un principio a negarlo.

El siguiente episodio se produjo en un Comité Nacional del PSE-EE antes del verano pasado. Según han relatado a este periódico fuentes de esa federación, Patxi López dijo a puerta cerrada: «He nacido en Portugalete, y soy y sólo quiero ser lendakari», en un intento por cortar las especulaciones que, entonces y ahora, le sitúan en buena posición para suceder a Zapatero.

Uno de los fenómenos más llamativos es comparar la mala valoración de Patxi López en los sondeos realizados sólo en el País Vasco —por la baja puntuación que le da el electorado nacionalista— y la buena imagen que tiene en el resto de España. El último «sociómetro» elaborado por el propio Gobierno Vasco le daba una valoración de sólo 4,2 y caía al séptimo puesto de los líderes políticos en esa comunidad autónoma. Sin embargo, su papel político en el PSOE no ha dejado de crecer en los últimos años, desde que en 2009 logró desalojar a Juan José Ibarretxe.