El Congreso deja intacta la Ley de Amnistía
Bono recurre a Azaña para salvar su Declaración institucional sobre el 18 de Julio
El Congreso deja intacta la Ley de Amnistía
La mayoría del Pleno del Congreso frenó ayer en seco el intento de la izquierda minoritaria radical de modificar uno de los pilares de la Transición, como fue la Ley de Amnistía de 1977. El diputado de BNG Francisco Jorquera defendió una Proposición para que ... la Ley de Amnistía no fuera de aplicación «a los crímenes de genocidio o de lesa humanidad», y para que el cambio tuviera efecto retroactivo. Todo con el objetivo, según el diputado del BNG, de que los «actos criminales» que ocasionaron «más de 100.000 desaparecidos en el Estado español durante el golpe de Estado militar y posterior régimen dictatorial franquista» no queden impunes.
Votaron a favor ocho diputados (ERC-IU-ICV, BNG y la socialista María Antonia Trujillo) y 320 lo hicieron en contra (PSOE, PP, CiU, CC, UPN y UPyD). Se abstuvieron los seis diputados del PNV más dos del PP, por error. En el Pleno quedaba aún el plato fuerte, que había despertado suspicacias en todos los frentes: la declaración institucional que iba a leer el presidente del Congreso, José Bono, con motivo del 75 aniversario del inicio de la Guerra Civil.
La petición había partido una vez más de la izquierda minoritaria, y Bono aceptó, a sabiendas del compromiso que adquiría para no dividir la Cámara con sus palabras sobre unos hechos que siguen despertando bajas pasiones. Bono redactó la declaración sin pactarla con la oposición, según fuentes del Grupo Popular, y al final salvó el trago con una fórmula que arrancó tibios aplausos (pero palmas en definitiva) de los dos grupos mayoritarios: el PSOE y el PP. El Grupo de CiU se dividió, mientras que PNV, ERC, IU-ICV y BNG guardaron silencio con caras de pocos amigos.
¿Y qué hizo Bono? Recurrió a Manuel Azaña, hizo suyo un discurso de hace 73 años en el Ayuntamiento de Barcelona, «en plena guerra civil», cuyas últimas palabras pedían «escuchar» la lección de «esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, y nos envían el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón». Bono remató su declaración institucional así: «Sirvan estas palabras del presidente de la República don Manuel Azaña para rendir homenaje a quienes murieron en defensa de sus ideales y ojalá sirvan también para desterrar el odio y la intolerancia de nuestras vidas».
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