Cien minutos en TV para no cometer errores

Con cinco millones de parados, el mejor candidato no es un «vendecoches» con carisma. Lo que se busca en este momento es confianza

Cien minutos en TV para no cometer errores óscar del pozo

MARIANO CALLEJA

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba son dos de los mejores parlamentarios que hay en España, pero nunca han mantenido un debate de primer nivel entre ellos. Sólo en 1996, el diputado Rubalcaba dirigió una pregunta al ministro de Administraciones Públicas (Rajoy), en el Pleno ... del Congreso, sobre el transfuguismo en el Ayuntamiento de Redondela. Es el único debate entre ambos que figura en el Diario de Sesiones. Este lunes se verán las caras dos candidatos experimentados, con más de 50 años cada uno (la primera vez en la democracia) , y con recursos políticos suficientes para salir airosos de la Academia de Televisión, sin caer en las trampas del rival. Conocer los puntos débiles del adversario será una de las claves que tendrán en cuenta los equipos de Rajoy y Rubalcaba para proclamarse vencedores en este único combate televisivo.

La imagen externa, siempre importante en televisión, es menos relevante que nunca en esta campaña electoral. El carisma cotiza a la baja. No se buscan embaucadores de buen aspecto, «vendecoches» locuaces y eficientes, sino seriedad, confianza y seguridad para superar la crisis. Por eso se valorará la imagen «interna» de los candidatos, y esa no se percibe en un debate de cien minutos, sino a lo largo de los últimos años.

Si fuera por la imagen exterior, Rubalcaba tendría en contra su aspecto facial (barba, calva y dientes), su excesivo afán didáctico y el gesto de su sonrisa, nada telegénico, según los expertos en comunicación política consultados, que coinciden en que la barba tampoco da puntos a favor de Rajoy. Del candidato popular ven más negativa su poca expresividad corporal , y también su barba y su sonrisa, aunque destacan su mayor altura, su carácter sereno y tranquilo y su previsibilidad en el mensaje. En el lado positivo, de Rubalcaba destaca su gestualidad, su capacidad retórica y su buena improvisación.

El sociólogo Narciso Michavila cree que una de las mayores fortalezas de Rajoy en el escenario actual es precisamente su falta de carisma. «Rajoy es como un libro abierto, la gente busca políticos que digan las cosas como son, que no engañen más», explica. También cree que uno de sus puntos débiles es haber centrado todo su discurso en la economía, cuando hay otros asuntos muy importantes, como la Educación, que también preocupa. De Rubalcaba destaca su capacidad dialéctica y su enorme experiencia, pero cada vez que hace una propuesta o expone una idea se enfrenta al mismo reproche, que le perseguirá durante toda la campaña: «¿Y por qué no lo ha hecho antes?» Otra de sus debilidades es que está haciendo una campaña sólo para sus militantes, para asegurarse ese voto, y no para los millones de votantes, más en el centro, que ha tenido el PSOE.

Daniel Ureña, consultor político, opina que este debate no será determinante, a no ser que uno de los dos aspirantes cometa un error de bulto, como perder los papeles o quedarse sin argumentos o en blanco, algo casi complicado en políticos de su experiencia. En todo caso, ese error daría juego al contrario durante el resto de la campaña, pero hasta el 20-N quedaría diluido. Para Ureña, la losa principal de Rubalcaba son las siglas de su partido y su condición de exvicepresidente del Gobierno de Zapatero. Otro de sus puntos débiles son las expectativas que despertó cuando fue designado candidato del PSOE , y que han ido perdiendo fuelle hasta llegar al debate. Muchos en su partido confían aún en que doblará el pulso a Rajoy, y si defrauda el resultado final será aún peor para él. El candidato del PP, por su parte, tiene como principal enemigo las encuestas y la euforia en sus filas. Ureña afirma que está haciendo una campaña «de presidente, de integración y de sumar, mientras que Rubalcaba ha optado por el enfrentamiento directo».

El consultor político Álvaro Matud apunta que un debate de estas características siempre beneficia al que va por detrás en las encuestas. «Si es muy relevante, contaminará toda la campaña». Matud cree que ninguno de los dos candidatos tiene buena imagen externa, aunque gana Rajoy «por el pelo y la altura». A su juicio, será más interesante observar la actitud de cada cual: se valorará la serenidad, la capacidad de diálogo y la energía que exhiban. Una de las amenazas a las que se enfrenta Rajoy es entrar a las provocaciones de Rubalcaba, que sin duda las habrá, y mostrar un perfil negativo y enfadado. Otro de sus riesgos es centrarse excesivamente en las cifras, sin «empatizar» con los espectadores. Tampoco le beneficia entrar en la disputa izquierda-derecha, que divide a los españoles, algo que sí intentará previsiblemente Rubalcaba.

Antonio Núñez, experto en gestión pública, comenta que Rajoy llega al debate con todo a su favor, incluida la agenda de campaña, centrada en el empleo, la educación y las reformas del sector público. Los últimos datos económicos allanan aún más el camino al candidato del PP , que sólo tiene en contra los 90 minutos del debate, tiempo suficiente para cometer algún error bajo presión. Rubalcaba tiene a su favor que no tendrá nada que perder y podrá presentar medidas más audaces, con ataques directos a su adversario. Pero seguirá pesando sobre él la marca ZP, demasiado ligada a él por su pasado reciente.

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