Sanz: «Rubalcaba nos hubiera sentado a la mesa para pactar»

Muy crítico con la situación económica, política y social generada durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, dijo estar «seguro» de que «con Felipe González hubiéramos llegado a acuerdos, nos hubiera buscado». Del mismo modo, cree que ese acercamiento habría sido posible con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ejecutivo, al que calificó de hombre «inteligente y hábil». «Nos sentaría en la mesa, aunque luego nos diera por debajo patadas en las espinillas», comentó Sanz tras defender que en el PSOE «hay gente con visión de estado» frente a un Zapatero «visionario» que «ha preferido el clientelismo político».

«Producto de Rajoy»

En lo tocante al líder de su partido, se declaró «producto de Mariano Rajoy» puesto que fue él el que le impulsó a asumir en 1993 la presidencia del partido en La Rioja y a concurrir, con indubitado éxito, a las elecciones autonómicas de un año después. Destacó que «es un hombre que cada día da más confianza, merece todo mi aplauso y administra bien los tiempos, aunque se le podría cuestionar que fuera más ágil en las decisiones».

Esta última consideración llevó indefectiblemente a interrogarle sobre la polémica creada en torno a la candidatura asturiana con el consabido portazo del que fuera dirigente histórico del PP Francisco Álvarez-Cascos. No se escondió al comentar que «he sido fiel admirador suyo y he aprendido mucho de él», entre otras cosas a «aceptar las decisiones de los órganos y que el partido está por encima de las personas». Por ello, no tuvo empacho en admitir que «ha tomado una decisión que me ha defraudado por incoherencia con lo que practicaba» mientras fue secretario general del partido.

Sanz, que está convencido de que el PP aumentará la nómina de presidentes autonómicos en las elecciones del 22 de mayo con la incorporación de Baleares, Castilla-La Mancha y Aragón, entre otros, se destapó como un firme defensor del Estado autonómico. Así, consideró un «error» plantear este debate en términos de devolución de competencias por entender que las Comunidades «somos mejores gestores que el Estado, más ágiles y, en muchas ocasiones, más baratas».

Agregó que las autonomías «aportamos menos endeudamiento, gasto y déficit que el resto de las Administraciones», al tiempo que se mostró convencido de que «sin capacidad de gobierno, La Rioja no sería lo que es». De hecho, los indicadores estatales reconocen que esta Comunidad es la que está más al día de sus pagos, «pero si esto no cambia, habrá que reducir algunas cosas», puntualizó.

Así, destacó que el problema de nuestro sistema territorial viene de reproducir el modelo de la administración general del Estado al ámbito autonómico, aunque su Comunidad sea de las pocas que, por ejemplo, carece de televisión propia. En este sentido reconoció que poco puede hacer para reducir algunas de sus 16 entidades públicas, que, a lo sumo, pueden quedar en 13 o 14, no así en la estructura de su gobierno, donde si gana las elecciones reducirá de diez a siete el número de sus consejerías.