Los dos piratas del «Alakrana» declaran hoy en la Audiencia Nacional

Según ha anunciado la defensa de los somalíes, los piratas no contestarán ni a Fiscalía ni a las otras acusaciones y se limitarán a responder a las preguntas de su abogado , Andreas Chalaris.

Tras el interrogatorio de los acusados está previsto que declaren entre hoy, mañana y el lunes el patrón del atunero, Ricardo Blanch; el capitán, Iker Galbarriatu; el maquinista, Víctor Bilbao, y los otros 12 marineros vascos y gallegos que fueron secuestrados durante 47 días . Su liberación se produjo el 17 de noviembre de 2009.

El viernes pasado el testimonio del engrasador del atunero, Gaizka Iturbe, hizo revivir a todos las duras condiciones de su cautiverio, en el que, según las palabras del propio Iturbe, vio «pasar la muerte por delante».

Tras el desgarrador testimonio prestado el viernes (como prueba anticipada al juicio) por uno de los marineros del «Alakrana», los dos piratas somalíes acusados del secuestro de éste y otros 35 pescadores (dieciséis de ellos españoles) declaran hoy en la Audiencia Nacional. La Fiscalía pide para «Abdu Willy» y Raageggesey Adji Haman 220 años de cárcel por los delitos de detención ilegal, robo e intimidación y uso de armas. Además, solicita una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los secuestrados y la «cantidad que se determine en ejecución de sentencia» para la empresa propietaria del pesquero.

Según ha anunciado la defensa de los somalíes, los piratas no contestarán ni a Fiscalía ni a las otras acusaciones y se limitarán a responder a las preguntas de su abogado , Andreas Chalaris.

Tras el interrogatorio de los acusados está previsto que declaren entre hoy, mañana y el lunes el patrón del atunero, Ricardo Blanch; el capitán, Iker Galbarriatu; el maquinista, Víctor Bilbao, y los otros 12 marineros vascos y gallegos que fueron secuestrados durante 47 días . Su liberación se produjo el 17 de noviembre de 2009.

El viernes pasado el testimonio del engrasador del atunero, Gaizka Iturbe, hizo revivir a todos las duras condiciones de su cautiverio, en el que, según las palabras del propio Iturbe, vio «pasar la muerte por delante».