Vox y el PP se quedan solos en la solicitud de reprobación a Robles, Llop y Bolaños

La PNL, defendida por Iván Espinosa de los Monteros, se ha centrado en las declaraciones que hicieron Margarita Robles y Pilar Llop contra el Tribunal Constitucional tras la sentencia que declaró inconstitucional el primer estado de alarma. «Hacen un daño extremo a los pilares de la democracia», ha declarado el portavoz de la formación, en alusión a las supuestas injerencias del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos en el poder judicial.

Espinosa de los Monteros ha criticado la «ofensiva sin precedentes» del Gobierno contra el Constitucional, con el «agravante» de que algunos de los ministros sean juristas, como las titulares de Defensa y Justicia, ambas juezas. Así, ha censurado a Robles por hablar de «elucubraciones doctrinales» en torno al contenido de la sentencia; a Llop por «tratar de desligimitar» el escrito, con el añadido de que como ministra de Justicia debe defender la independencia judicial preservándola de toda injerencia; y a Félix Bolaños –abogado– por ser el «planificador de las grandes tropelías jurídicas» del Ejecutivo y el principal responsable de la medida. «Fue un estado de excepción encubierto», ha aseverado antes de instar a todos los diputados a que apoyaran la PNL para corregir el apoyo que brindaron en las sucesivas prórrogas durante la pandemia.

La respuesta de la cámara, sin embargo, ha sido justamente lo contrario y solo el PP se ha mostrado a favor , si bien el debate era únicamente para fijar la posición pero se votará el miércoles. La diputada popular Isabel Borrego ha hecho un discurso similar en el fondo al de Espinosa de los Monteros, pero no en las formas, mucho menos beligerante y agitado. En cualquier caso, también Borrego ha hablado de un intento del Gobierno de «intimidar a los jueces» y de una «vulneración del marco legal» con el estado de alarma, además de criticar a Llop y Robles por sus palabras tras la sentencia. «El Gobierno debe revertir sus modos autoritarios respetando la separación de poderes y dejar de destruir el ejercicio de los derechos y deberes de los parlamentarios», ha dicho, también en clara referencia al debate abierto sobre la reforma del CGPJ.

Para el número dos de Ciudadanos, Edmundo Bal, las declaraciones de los ministros fueron «desafortunudas», pero no ha compartido el objetivo de la PNL. De hecho, el diputado naranja ha cargado con fuerza contra Vox por los continuos cambios de criterios que tuvieron durante los meses del confinamiento, pasando de solicitar el mismo estado de alarma a organizar caceroladas. «La demagogia y el populismo se les queda pequeño» , ha espetado Bal.

Esa consideración, precisamente, la han compartido los partidos de izquierdas en el Congreso, desde Compromís al PDeCAT, pasando por supuesto por el PSOE, el grupo de Unidas Podemos o por ERC. Estos últimos, además, con el añadido de que no creen en ningún caso que las intervenciones de las ministras o haber sido el cerebro del decreto sean motivos suficientes para solicitar la reprobación o la destitución de cualquier miembro del Gobierno. «Las declaraciones fueron pulcras y cabales, pero a Vox le irrita la libertad de expresión», ha dicho la diputada socialista Andrea Fernández, que además ha recordado que miembros de Vox como Macarena Olona criticaran al Constitucional con otras decisiones. «Su objetivo solo es crispar», ha subrayado.