El gobierno británico convoca a Trillo para protestar por dos «incursiones» de buques españoles en Gibraltar

«Creemos que es en interés de España, de Gibraltar y del Reino Unido evitar cualquier incidente que pueda dañar las perspectivas de desarrollar una relación armoniosa y de colaboración entre Gibraltar y España », aseguraba el secretario de Estado británico para Europa, David Lidington, en un comunicado emitido después del encuentro. «Va en interés de todas las partes evitar incidentes que puedan poner en riesgo la seguridad de todos los que operan en aguas territoriales del Gibraltar Británico», añade Lidington.

Según la nota divulgada por el gobierno británico, el motivo para la convocatoria al nuevo embajador español –una medida con antecedentes, en el contexto del conflicto por el Peñón, en el caso del actual embajador británico en Madrid, Giles Paxman, y del anterior embajador de España en Londres, Carles Casajuana— eran «dos incursiones serias» acaecidas en las aguas que rodean al Peñón el 13 de noviembre.

Según el Foreign Office, una embarcación de la Armada española realizó el pasado lunes «destacadas labores de patrulla en aguas de Gibraltar durante varias horas» mientras que, más tarde en la jornada, un buque de vigilancia aduanera «intentó apresar un barco civil gibraltareño» . Esta última maniobra obligó a la Policía de Gibraltar «a intervenir a fin de salvaguardar el bienestar de sus cuatro ocupantes», según la versión británica.

Las operaciones que el buque de la Armada efectuó el pasado lunes en aguas de la Bahía de Algeciras fueron «totalmente rutinarias , como viene siendo habitual en labores de vigilancia marítima», aseguraron a ABC fuentes militares solventes. El buque de la Armada en cuestión sería el patrullero «Vencedora», con una dotación de 89 marinos a bordo. Asimismo, la semana pasada hubo un intercambio de comunicación («una simple identificación») entre el mismo patrullero de la Armada y otro buque británico. «La Bahía de Algeciras es muy cerrada y cualquier buque es detectado con facilidad», explican las mismas fuentes. En medios militares aseguran no entender a qué responde la queja británica, informa Esteban Villarejo.

La embajada española en Londres se encontraba en alerta ante las declaraciones altisonantes sobre la situación en aguas gibraltareñas expresadas esta semana por miembros del grupo de amigos de Gibraltar en el parlamento británico. Aunque el embajador Trillo no quiso ayer hacer declaraciones sobre el asunto, fuentes diplomáticas hablan de una «genuina preocupación en los británicos por el incremento de incidentes en la zona» .

El pasado 29 de mayo, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo , mantuvo una reunión en Londres con su homólogo británico, William Hague, en la que acordaron «animar» a los pescadores españoles y a las autoridades gibraltareñas a «buscar un acuerdo» que reduzca la tensión en las aguas. Aquel llamamiento conjunto no parece haber servido para rebajar la tensión . El propio Trillo, presente en aquel almuerzo entre los dos ministros, valoró durante una entrevista con ABC que «se habló con absoluta franqueza». Y celebró, además, «la normalización total y el restablecimiento de la bilateralidad en las conversaciones» entre los dos gobiernos sobre Gibraltar, unas relaciones que se sitúan con la queja formal transmitida a Trillo en un escenario de mayor gravedad.

El comunicado británico recuerda, de hecho, que Londres ha presentado «repetidas protestas diplomáticas a España» por estas incursiones. «Condeno estas incursiones provocadoras y pido al Gobierno español que asegure que no volverán a repetirse», afirma el representante del Gobierno de David Cameron. En el «correctísimo» tono habitual, ese sería el mensaje transmitido por el subsecretario Fraser a Trillo en su encuentro de este jueves.