Los tres retos del PP balear

Para que la actual situación política pueda cambiar en Baleares dentro de dos años, los populares isleños deberán trabajar a fondo para dejar atrás la imagen de corrupción de la época de Jaume Mata s, mostrar las debilidades del tripartito e ir tejiendo posibles futuras alianzas. La persona encargada de intentar conducir con éxito al partido por su nueva travesía del desierto será su actual presidente regional, Biel Company , exconsejero de Agricultura y hoy diputado autonómico.

En declaraciones a ABC, Company señala que los citados retos no deberían hacer olvidar el propósito esencial de darle a la política «su verdadero» sentido, «que es el de hacer cosas para mejorar la vida de la gente y no perderse en trifulcas partidarias».

Company pasó a ser el nuevo líder del PP balear tras el congreso regional celebrado el pasado mes de marzo, en donde su candidatura se impuso a la de José Ramón Bauzá , expresidente de la Comunidad y hoy senador autonómico. Company logró el 71,8 por ciento de los votos de los afiliados, frente al 27,1 por ciento obtenido por su contrincante. El ganador contó con el apoyo del sector denominado regionalista, mientras que Bauzá fue avalado por el sector españolista, que también suele autodenominarse constitucionalista.

Con posterioridad, en los congresos insulares y locales que se han celebrado a continuación, apenas ha habido sobresaltos destacables para la nueva dirección regional. Así, en mayo tuvo lugar el cónclave del PP de Mallorca, en donde el veterano dirigente Jeroni Salom resultó reelegido presidente insular del partido. Salom obtuvo el 98 por ciento de los sufragios de los militantes que acudieron a votar. Ese buen resultado quedó empañado en parte por el hecho de que sólo ejercieron su derecho al voto el 16 por ciento de los afiliados . Inicialmente, iban a presentarse dos candidaturas, la de Salom y la de Ignacio Martí, militante de base que nunca había ostentado ningún cargo. Sin embargo, Martí optó finalmente por integrarse en la lista de Salom, tras la mediación llevada a cabo por Company.

Fue también en mayo cuando se celebró el congreso del PP de Menorca, en el que Misericòrdia Sugrañes relevó a Santiago Tadeo en la presidencia insular. La también alcaldesa de Alaior obtuvo el 99,3 por ciento de los votos de los militantes. Poco después, en junio, se celebraron los congresos de los populares ibicencos y formenterenses. Fueron reelegidos presidentes del PP en cada una de las islas pitiusas José Vicente Marí y José Alcaraz, respectivamente. En ambos casos sólo se había presentado también una única candidatura .

Más recientemente, el pasado mes de julio se celebró el congreso local del PP de Palma, que es la agrupación que cuenta con un mayor número de afiliados en Baleares. Optaban a la presidencia la actual portavoz del partido en el consistorio palmesano, Margalida Durán, y una destacada representante del sector crítico, Aina Aguiló. A priori, parecía que podía ser un cónclave con un resultado muy ajustado, ya que los críticos con las posiciones regionalistas de Company cuentan con un cierto peso en la capital balear. No obstante, Durán se impuso con claridad, pues obtuvo el 72,26 por ciento de los sufragios, mientras que Aguiló consiguió el 26,05 por ciento. Aun así, un hecho a destacar fue la baja participación de los militantes, ya que sólo votaron el 21 por ciento de los afiliados que tenían derecho a hacerlo.

Una vez ya prácticamente acabado ese largo periodo congresual, la nueva dirección se enfrenta ahora a los ya citados tres retos de futuro . En primer lugar, el de intentar dejar atrás para siempre la imagen de corrupción que aún se asocia al PP balear y que procede de la época en que Jaume Matas fue presidente autonómico. Matas ha sido ya juzgado y condenado en tres causas, pero todavía está a la espera de sentarse en el banquillo en varias más. En uno de esos procesos estará acompañado, además, por el exconsejero de Interior y expresidente del PP de Palma, José María Rodríguez.

Por otra parte, el propio Rodríguez y el hasta hace poco diputado y concejal del PP Álvaro Gijón, hoy en el Grupo Mixto, se encuentran imputados en el caso que investiga la presunta existencia de una trama de corrupción policial, política y empresarial en Palma y Calviá. En ese contexto, Company recalca una vez más que tendrá «tolerancia cero» y que será «durísimo» contra la corrupción, «lo que no impide tener siempre presente la presunción de inocencia para cualquier imputado».

Un segundo reto para Company será mostrar las posibles debilidades y carencias de los actuales tripartitos isleños , en especial el del Parlamento autonómico. En ese sentido, la modificación de la Ley de Turismo o la puesta en marcha del proyecto de «toros a la balear» han provocado evidentes roces entre el PSOE, MÉS —por Mallorca y por Menorca— y Podemos.

La posible solidez del actual pacto de izquierdas se ha puesto además a prueba en otras ocasiones. Así, por ejemplo, a raíz de la crisis interna vivida en Podemos que derivó en la expulsión de dos diputadas —incluida la presidenta del Parlamento regional— por un presunto incumplimiento del código ético de la formación morada. También creó fisuras la investigación de presuntas irregularidades que habría cometido MÉS en el Govern y en el Ayuntamiento de Palma al adjudicar varios contratos menores a su último estratega electoral.

Preguntado sobre el tripartito, Company señala que se puede hacer un trabajo «riguroso» de oposición sin por ello caer en «el clima de confrontación civil de las dos Españas que se promueve desde ciertas formaciones de izquierda». Para el presidente del PP balear es además necesario intentar llegar a pactos de estado con quienes hoy gobiernan en las Islas en cuestiones esenciales, como por ejemplo en posibles futuras modificaciones de la Ley de Turismo o en el nuevo Régimen Especial de Baleares (REB).

Pensando ya en 2019, el último reto de Company y de los nuevos cargos populares será el de procurar tender puentes con Ciudadanos y con Proposta per les Illes (PI), las dos formaciones más próximas ideológicamente al PP. Con la actual configuración de partidos políticos existente en la Comunidad, parece prácticamente imposible que los populares puedan obtener una hipotética mayoría absoluta en las elecciones autonómicas y municipales que se celebrarán dentro de dos años. De ahí que un acercamiento ahora con Ciudadanos y con PI podría acabar favoreciendo posibles pactos postelectorales en caso de que finalmente fueran necesarios.