Temor a que el impacto económico supere al de 2017

Este empresario, apunta igualmente que, como sucedió en 2017, resultará difícil calibrar el impacto real sobre sectores concretos, por no hablar del «coste reputacional» . «Si seguimos así podemos entrar en una especie de muerte lenta, una especie de efecto Quebec», añade.

Pese a las dificultades para aportar un dato preciso, Rivadulla estima que, por ejemplo, en el campo de la restauración y la hostelería, la pérdida de ingresos puede rondar el 30%, porcentaje más elevado en el caso de los establecimientos de gama alta. La preocupación expresada por Empresarios de Cataluña es compartida por la patronal Fomento del Trabajo e incluso la Cámara de Comercio, presidida por el independentista Joan Canadell, que ha alertado de la situación. Desde la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, se recordó ayer que en 2017, el PIB turístico llegó a reducirse en tres décimas, c on pérdidas de 319 millones de euros . En cinco meses dejaron de llegar a Cataluña 185.000 viajeros.

Por otra parte, y según datos de Informa D&B (Cesce), Cataluña continuó siendo la región con mayor saldo negativo entre entradas y salidas de empresas, con la pérdida de 93 sedes sociales durante el tercer trimestre de 2019.