Sánchez sobredimensiona su Gobierno con guiños a izquierda y derecha

Pedro Sánchez vuelve así a la dimensión de los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero . También un número similar a los equipos de Felipe González . También José María Aznar alcanzó este número en su última legislatura y ha sido Mariano Rajoy quien los redujo de forma notable. El nuevo presidente del Gobierno justificó la dimensión de su gabinete por la individualización del ministerio de Cultura y Deporte, que recaerá en el periodista y escritor Máxim Huerta . El suyo fue el último nombre en conocerse. También tendrá cartera propia el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que ocupará la economista Reyes Maroto . El Gobierno crece por el empeño de Sánchez de crear un ministerio de Ciencia e Innovación que, en una de las grandes sorpresas del día, ocupará el astronauta Pedro Duque .

La separación de todos estos ministerios suponen un guiño inequívoco al electorado más progresista. Este gesto, unido a la mayoría de mujeres o la creación del ministerio para la Transición Ecológica, que dirigirá Teresa Ribera , van en esa dirección.

Cuando Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Zarzuela para informar al Rey de la composición completa de su gabinete la mayoría de nombres ya habían sido confirmados, en una estrategia de comunicación sin precedentes y que ha situado el foco en la formación del Ejecutivo desde el pasado lunes. Las competencias de Cultura se segregan de Educación, un compromiso adquirido por los socialistas desde hace años. Como sucedía en el anterior Gobierno, la ministra de Educación, Isabel Celaá , exconsejera en el Gobierno vasco de Patxi López , será la portavoz del Gobierno. También tendrá cartera propia Agricultura, para Luis Planas . Secretario General del Comité Económico y Social Europeo.

Con Magdalena Valerio como ministra de Trabajo, las cuatro principales carteras económicas (Economía, Hacienda, Trabajo e Industria) estarán ocupados por mujeres.

El presidente del Gobierno definió su Ejecutivo como «el reflejo de lo mejor de la sociedad que espera a servir». Una sociedad que interpretó como «paritaria, abierta, comprometida e intergeneracional». Sánchez, que compareció sin preguntas en La Moncloa, definió a su equipo de Gobierno como «progresista, modernizador, europeísta y preparado para afrontar los desafíos del siglo XXI».

Sánchez reservó para el último día a tres de los considerados ministerios de Estado. La Fiscal de la Audiencia Nacional y coordinadora de antiterrorismo será la nueva ministra de Justicia. El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, será el nuevo ministro de Interior.

Como se esperaba, la magistrada Margarita Robles dejará su cargo como portavoz parlamentaria y será la nueva ministra de Defensa.

Y si algunas características del Ejecutivo están pensadas en la satisfacción del ala izquierda del electorado, otras tantas constituyen mensajes que achican considerablemente el espacio político de Ciudadanos. Figuras como Josep Borrell (Asuntos Exteriores), Nadia Calviño (Economía) o Grande Marlaska (Interior) son perfiles que lanzan un mensaje sobre Cataluña, estabilidad económica en Europa y lucha contra la corrupción que constituyen ejes fundamentales del discurso político de Ciudadanos.

Se trata de un Gobierno en el que no habrá un gran peso para el partido. Solo Valerio, la vicepresidenta Carmen Calvo y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos , se sentarán a la vez en el Consejo de Ministros y en la Ejecutiva Federal del PSOE. El peso político se completa con Meritxell Batet, del PSC, como ministra de Política Territorial y Función Pública. Con los catalanes Borrell y Meritxell Batet, Sánchez lanza el mensaje de «diversidad» pero con el propósito del «fortalecimiento del proyecto nacional».

Como secretario de Organización Ábalos es el hombre de Ferraz en Moncloa. Su cartera está enfocada a que no sea un problema para la compatibilización del ministerio con el cargo orgánico. En principio se quedarán en Ferraz sus dos lugartenientes, Santos Cerdán y Francisco Salazar, que engrasarán la maquinaria del partido en el día a día. Junto a la vicesecretaria general, Adriana Lastra, que asume la portavocía en el Congreso de los Diputados.