Sánchez prepara su nuevo núcleo duro ante la resignación de sus críticos

La diputada Adriana Lastra , que ha sido la coordinadora de la campaña de Sánchez en las primarias, instó a los barones territoriales a «pedir disculpas» por dejar de representarlos a partir de la abstención al PP. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente , se comprometió durante una entrevista a no tomar represalias contra los dirigentes que han apoyado a Susana Díaz: «No va a haber guerras en los congresos regionales».

Ambos han sido dos de los pesos pesados de la estructura que Pedro Sánchez articuló tras el fin de su primer mandato en Ferraz y una vez la gran mayoría de sus coalaboradores más cercanos le recomendaron dar un paso atrás y apoyar a Patxi López .

Por su responsabilidad institucional, es más probable que Puente no cambie de funciones, aunque la intención de Sánchez es que tuviese un papel relevante. Ese cambio de rol sí lo hará con total seguridad Adriana Lastra. Su nombre está en todas las quinielas, tanto para sustituir a Antonio Hernando como portavoz en el Congreso como para ser la próxima secretaria de Organización. Un caso similar al del otro gran apoyo orgánico de Sánchez, José Luis Ábalos , secretario general del PSOE en la provincia de Valencia.

La victoria del sanchismo en esa comunidad ha sido uno de sus puntales, y deja muy tocado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig , que ayer reconocía la «inapelable» victoria de Sánchez y dijo ser «consciente de los muchos errores que hemos podido cometer». Puig dejó una declaración que apunta en la dirección de alcanzar un alto el fuego al pedir «trabajar desde la lealtad, de ida y vuelta» y con «reciprocidad».

La propia Susana Díaz dio muestras de adoptar una posición conciliadora a su llegada a Sevilla: «Ahora lo que toca es centrarnos en Andalucía y colaborar y ayudar a Pedro Sánchez en lo que nos pida. Ayer, cuando le llamé, le dije que nos poníamos a su disposición, a lo que haga falta para ayudarle». Un compromiso que adoptó también uno de los hombres clave de Díaz en Madrid, el diputado Miguel Ángel Heredia . Muy cuestionado por el sanchismo por sus polémicas declaraciones sobre su compañera Margarita Robles , Heredia se puso ayer a disposición de Sánchez.

Aunque las peticiones de integración son unánimes, lo cierto es que la claridad de la victoria de Sánchez ha hecho que incluso los más críticos con él asuman que deben ser los fieles al secretario general quienes piloten el partido con el respeto del resto.

Lo expresaba así el expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono : «El PSOE ha marcado un nuevo tiempo y son ellos, con la lealtad de los que hemos perdido, los que deben dirigir. Y yo estoy en esa posición». Bono llegó incluso a disculparse «en lo que haya podido ser incómodo», errores que atribuyó a la pasión de la campaña. También el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero reconoció que «la expresión de los militantes es inequívoca» y fue muy claro en su análisis del día después: «Hay que saber ganar y perder».

Un mensaje que entendió a la perfección Guillermo Fernández Vara . El líder del PSOE de Extremadura y presidente de la Junta reconoció la victoria de Sánchez y se puso a su disposición. Vara se refirió al inminente proceso de elección de delegados para el 39º Congreso, anunciando «generosidad y humildad» para alcanzar «listas consensuadas y de integración». El líder extremeño anunció que «los delegados se repartirán de manera proporcional a los resultados obtenidos» para propiciar «un congreso de unidad» . Los sanchistas serán entonces mayoría en su federación.

Además de Lastra, Ábalos y Puente en el nuevo aparato de Sánchez hay más rostros. Los más cercanos a él siempre han estado con él. Se trata de su jefe de gabinete, Juanma Serrano , que entre otras cosas mantiene el canal comunicativo con Podemos a través de su portavoz, Irene Montero . La otra figura importante para Sánchez es la periodista Maritcha Ruiz , íntima amiga de Sánchez y que fue jefa de comunicación del PSOE hasta el pasado 1 de octubre.

Otro hombre clave para Sánchez ha sido siempre Alfonso Rodríguez Gómez de Celis , el contrapunto andaluz a Susana Díaz. También en Andalucía tiene el nuevo secretario general otros dos de sus grandes apoyos en la figura de Francisco Salazar y Quico Toscano , el alcalde de Dos Hermanas, localidad en la que Pedro Sánchez lanzó formalmente su candidatura.

En la trastienda encargada de convertir el fervor militante en un movimiento organizado y capaz de replicar estructuras por todo el país ha tenido también un papel fundamental el secretario de Organización del PSOE en Navarra, Santos Cerdán . En lo referente al programa ha habido tres personas importantes: José Felix Tezanos, Manuel Escudero y Maria Luisa Carcedo .

Sin escaño en el Congreso de los Diputados, Sánchez tendrá que afrontar una renovación en la dirección del grupo parlamentario. Más de la mitad del grupo se ha significado apoyando a Susana Díaz. Además de Lastra o Ábalos, Sánchez cuenta solo con el reducido grupo de leales que votaron «no» a Mariano Rajoy contraviniendo las decisiones de la gestora. Se trata de los siete diputados del PSC, con Meritxell Batet volviendo a ganar protagonismo, y de otros rostros como Susana Sumelzo, Zaida Cantera, Odón Elorza, Rocío de Frutos, Margarita Robles, Luz Martínez Seijo y los dos diputados de Baleares: Sofía Hernanz y Pere Joan Pons. Todos ellos pasarán de ser multados por la gestora a ser los diputados de confianza del nuevo líder del partido.