Rabat coopera en terrorismo y mafias pese a la crisis migratoria
Los enlaces policiales no se han resentido y esta semana se ha desmantelado una red de pateras en suelo marroquí
Mientras agentes marroquíes abrían la valla en Ceuta, sus colegas cooperaban en Melilla
Marruecos lleva dos semanas largas aplicando la máxima de palo y zanahoria en sus relaciones con España. Tensa la cuerda por un lado y la afloja por el otro. Los enlaces policiales en el país vecino y los interlocutores directos de Guardia Civil y ... Policía Nacional confirman esta política zigzagueante . Pese a la inédita crisis que provocaron arrojando a la frontera con Ceuta a más de diez mil personas, jaleándolas en muchos momentos para que se colaran al otro lado, su colaboración policial en el resto de temas sensibles se ha mantenido.
La cooperación contra el terrorismo yihadista, contra el narcotráfico y el tráfico de seres humanos ha seguido exactamente igual que antes de las avalanchas ocurridas entre el 17 y el 19 de mayo, según fuentes de ambos Cuerpos. Tras las llegadas masivas de esos días y la comprobada pasividad de las fuerzas policiales marroquíes se desató una enorme preocupación por si esa crisis se extendía a asuntos igual o más sensibles para España. Las fuentes consultadas por ABC niegan que se haya producido mengua. «La relación sigue exactamente igual que antes y nos lo han demostrado», señalan fuentes policiales.
El último ejemplo se ha producido esta misma semana y evidencia esa política de palo y zanahoria. Las fuerzas policiales marroquíes han desarticulado en su territorio una mafia de tráfico de seres humanos que se dedicaba a introducir inmigrantes ilegalmente en España lanzando pateras . Las fuentes consultadas no aportan más detalles pero inciden en la importancia de esa operación y en los días en que se ha llevado a cabo. «Es el ejemplo de que no ha afectado al trabajo conjunto que se desarrolla con intensidad desde hace mucho».
A la pregunta de si esa operación puede ser consecuencia de la orden dada por Mohamed VI de solucionar el problema de los menores marroquíes en varios países europeos, sobre todo España, la respuesta es que solo se puede especular. «Pero aunque acabar con esa red sea un hecho concreto, la investigación era anterior y no hemos notado en el trabajo diario el efecto de la crisis», señalan.
Esta situación paradójica se dio también en los días de las avalanchas de mayo. Mientras las fuerzas auxiliares al otro lado de la valla de Ceuta abrían puertas y no hacían nada e incluso alentaban, en Melilla la colaboración fue absoluta e impidieron varios saltos masivos como los siete intentos que hubo en una sola noche. Además, la Gendarmería desmanteló ese mismo lunes varios campamentos de subsaharianos que estaban asentados en las proximidades de la valla y evitaron que volvieran a ocuparlos, según fuentes de Guardia Civil.
Sin avalancha de pateras
Tampoco, pese al temor y al runrún que existe, se ha producido una avalancha de pateras en Canarias como habría sido esperable. El mal estado del mar puede haber ayudado pero en otras ocasiones esa circunstancia no ha impedido la salida de decenas de embarcaciones a la vez desde las costas marroquíes.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró el jueves en Cádiz -a preguntas de los periodistas- que tanto el intercambio de información como los contactos operativos entre agentes marroquíes y españoles no se habían resentido y puso el énfasis en que la lucha contra el terrorismo yihadista, el narcotráfico y la delincuencia organizada «son una garantía de seguridad para ambas sociedades». Marlaska habló de una relación «suficientemente seria y coordinada» para que la respuesta sea igual de efectiva. Los agentes consultados lo confirman.