Felipe González lamenta ver al PSOE con «los brazos caídos» ante el 20-N

González ha reconocido estar preocupado no solo por «el estado de ánimo de la gente del partido y, en general, de la izquierda». Al mismo tiempo, ha dicho estar seguro de que si gana el PP el 20-N, «no tiene claro lo que va a hacer», porque el líder del PP, Mariano Rajoy, «no quiere aclarar su programa oculto».

El exjefe del Gobierno ha recurrido a un símil mexicano para describir el comportamiento de Rajoy al verse ya en el Palacio de la Moncloa: «Está nadando de muertito. No mueve los brazos, la ola le lleva a la orilla. ¿Para qué agitarse? Si se agita, a lo mejor se hunde. Me gustaría pensar que está ocultando lo que quiere hacer porque tiene claro lo que quiere hacer. Me temo que no oculta nada porque no tiene nada en la cabeza», ha sospechado.

González ha vaticinado que el Gobierno que salga del 20-N no tomará medidas drásticas «hasta junio» del próximo año , momento en el que le tocará elaborar unas nuevas cuentas públicas, después de haber sido prorrogadas las de 2011. No obstante, ha opinado que «no hay tiempo para esperar hasta junio» porque se está «en un día a día muy delicado».

González ha considerado necesario adelgazar la estructura del Estado y suprimir organismos como las Diputaciones Provinciales. Ha aceptado que se reforme la Constitución para que haya un techo de gasto, aunque ha opinado que esta medida no servirá en el contexto europeo si no hay una política económica y fiscal común entre los países del euro.

A su juicio, no tiene sentido que en España haya distintos impuestos al tabaco o a la gasolina que en Portugal o en otro país de la UE . «Es absurdo no coordinar esta fiscalidad», ha concluido. También ha reiterado la importancia de crear los llamados eurobonos, con el fin de que los socios que comparten la moneda única puedan financiarse con el aval del Banco Central Europeo y tener que pagar un interés más bajo por su deuda. De este modo, ha argumentado, España solo pagaría 15.000 millones en intereses por financiar su deuda pública a un dos por ciento, en vez de costarle 30.000 millones al cinco por ciento actual.

Para hacer visible su ejemplo, González ha contrapuesto la cifra de los 15.000 millones con los alrededor de 1.000 que se van a recaudar con el impuesto de patrimonio que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros a petición del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Como medida para salir de la crisis y crear empleo, González ha aconsejado apostar por una economía «productiva y altamente competitiva», lo que, a su juicio, atraería más inversión y permitiría mantener los niveles de gasto social.