Hazte premium Hazte premium

El PP y el temor al fuego amigo contra los «sucesores»

El «caso Cifuentes» ha desatado las alarmas, aunque no se descarta a los imputados de Madrid

La presidente de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, compareció el pasado martes en la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP , en el Congreso. A su izda la diputada popular Beatriz Escudero Jaime García
Mayte Alcaraz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cristina Cifuentes vive en el alambre político. Alberto Núñez Feijóo mantiene un perfil bajo solo roto por su discurso «constitucional» contra los agravios autonómicos. Soraya Sáenz de Santamaría se ha difuminado tras el fracaso de la «operación diálogo» y del operativo del 1-O; María Dolores de Cospedal vive centrada en su labor como ministra de Defensa.

Este es el paisaje en el PP antes de la batalla por la sucesión de Mariano Rajoy , que se librará tras las autonómicas y municipales si el presidente opta por retirarse y llevar la legislatura hasta su término natural. Todos se han replegado, algunos por voluntad propia, como Feijóo y Cospedal, y otros, como Cifuentes y Santamaría, por «las circunstancias».

Como experimentados políticos saben que si se acaricia mucho un deseo puede estropearse: el «fuego amigo» en eso es altamente eficaz y Rajoy tampoco permite alegrías a los que sacan la cabeza más de lo aconsejable.

Cifuentes como metáfora . Así sintetizan dos diputados del PP los movimientos subterráneos que vive el partido ante la extendida creencia de que Rajoy, pese a sus declaraciones públicas, ha decidido no presentarse en los próximos comicios.

«Fuego de compañeros»

Un viejo conocedor de las cocinas del PP sostiene que «la presidenta de la Comunidad de Madrid reúne todas las condiciones, por la relevancia de su puesto, para ser objeto de fuego amigo». La baronesa madrileña, que h a pasado una de las peores semanas de su vida política tras hacerse público una irregularidad administrativa en un máster que cursó en 2012, está en el centro de una tormenta perfecta.

Gobierna en minoría la joya de la Corona del PP, una maquinaria de poder con un presupuesto de 19.331 millones, pero con Ciudadanos crecido y dispuesto a rentabilizar su apoyo en el último año de la legislatura; es autora de la mayor operación de limpieza que se conoce en el PP y además contra su antecesor en la Presidencia, Ignacio González, cuyos manejos denunció ante la Fiscalía; está en el punto de mira del que fuera equipo de Esperanza Aguirre, muy especialmente de Francisco Granados, con el que ha marcado distancias por la corrupción sistémica en el PP de Madrid; y a pesar de que milita en el partido desde hace 30 años, y cuenta con muchos y muy buenos amigos entre dirigentes y cuadros medios, su imagen más moderada y alejada de la «política pata negra» del PP, le han granjeado detractores. «Demasiados callos pisados y muchos de corruptos, con vínculos oscuros», declara a ABC un senador del PP para explicarlo.

Espeso silencio

Pero frente a esa sospecha tampoco faltan voces que miran al entorno de Ignacio González, con vínculos muy estrechos en la universidad donde Cifuentes cursó su máster, como cerebro de la operación. Curiosamente, dos de los dirigentes a los que el expresidente ha declarado la guerra , Alberto Ruiz-Gallardón y ella, están hoy en el ojo del huracán.

Según se ha sabido, el exalcalde fue objeto de un informe falseado para comprometer su papel en el Canal de Isabel II. Cifuentes ha descartado una campaña interna. Pero algunas fuentes echan de menos una defensa más sonora de Génova y Moncloa a la presidenta madrileña. «Es que en el partido estamos muy escamados ya de poner la mano en el fuego por nadie, aunque Rajoy confía plenamente en Cristina», apunta un ministro.

La cúpula de partido tardó en reaccionar un día entero, hasta que la propia Cifuentes se defendió con un comunicado, tras la comparecencia del rector y el director del máster universitario para intentar disipar las dudas sobre la forma en que había logrado aprobar el máster.

Curiosamente uno de los pocos dirigentes que rompió antes ese espeso silencio fue Feijóo, otro de los firmes valores para el futuro del PP, al que siguieron Cospedal y Pablo Casado, con el que Cifuentes podría compartir ticket electoral dentro de un año, ya que el vicesecretario está en las quinielas de Rajoy para pugnar por la Alcaldía de Madrid.

Mantener perfil bajo

El debate de la sucesión no es ajeno a esta «melé» política. Y hay quien augura que no tardarán en salir dosieres sobre otros «futuribles», especialmente de Feijóo. Santamaría ya estuvo en el punto de mira tras el fiasco de la operación Cataluña. Algunos de sus compañeros interpretaron que el malestar de Rajoy tras su fracaso en esa tarea la «mandaron al banquillo».

De todos los posibles sucesores, es Cospedal quien tiene más fácil mantener un perfil discreto pero de gran relevancia , gracias a la cartera de Defensa y su privilegiada posición como número dos del partido (sin el desgaste de la portavocía).

Podrá gestionar con discreción sus próximas bazas . También los que apuntan a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, como sucesora la reconocen un papel «blanco» que la aleja de cualquier tormenta interna. Aunque todos, y especialmente Rajoy, están a expensas de las autonómicas de 2019. Marcarán la hoja de ruta y pondrán en manos de los electores cómo y cuándo se sucederán los movimientos en el PP.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación