El PP visibiliza el «noviazgo» de C's y PSOE para recuperar los «votos prestados» el 20-D

Se duele de la actitud de Albert Rivera, que al pactar con Sánchez «apuntala al PSOE» y «acepta el veto a los populares»

Mariano Rajoy, en Bruselasm EFE

SARA MEDIALDEA

PSOE y Ciudadanos son «novios». No sólo se «hablan» desde hace tiempo, sino que parece que la cosa va tan en serio que el novio ya «entra en casa» . El PP quiere, con este símil, poner en evidencia una relación que vincula cada ... vez más estrechamente a socialistas y el partido de Albert Rivera , y que ha transformado a esta última formación, antes socio casi natural del PP, en parte del «bloqueo» de una futura negociación de gobierno en la que intente participar el partido de la calle Génova. Por eso, los populares quieren visibilizar ese «noviazgo», para que los electores sepan en qué espacio político concreto situar a Ciudadanos , y así poder recuperar, en unas hipotétiticas nuevas elecciones, los votos «prestados» a la formación naranja.

Si PSOE y Ciudadanos están juntos, explican en el PP, entonces «C's acepta el veto al PP» que mantienen los socialistas. Se preguntan incluso, ante esta actitud, si se están planteando «ir juntos, en coalición, a unas nuevas elecciones». Quieren dejar de manifiesto ante los electores que «votar a Rivera es apuntalar al PSOE», como señalaba a ABC Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del PP. Y que esta posición de la formación naranja quede meridianamente clara «y marcada en el tablero electoral para que los ciudadanos sepan cuáles son las opciones que hay» a la hora de ir a las urnas.

Más dirigentes populares han salido en tromba a airear la pancarta del malestar con Ciudadanos: Pablo Casado , vicesecretario de Comunicación popular, rechazaba el documento que con tanta solemnidad firmaron Sánchez y Rivera, asegurando que supone «una enmienda a la totalidad a la legislatura del PP» y aceptarlo equivaldría a «traicionar» a sus votantes y a su partido.

Más contemporizador se mostraba el ministro de Justicia, Rafael Catalá , seguro de que aún era posible encontrar puntos de acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos, para conformar «una gran mayoría parlamentaria» que permita un gobierno estable en España. Igual fue la postura de Ana Pastor, ministra de Fomento, que mantenía la «mano tendida» a esas dos fuerzas políticas para formar gobiernos «como se ha hecho en otros países europeos».

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