El pacto de Sánchez o la cuadratura del círculo

Podemos decidió ayer redoblar la presión sobre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, acusándole de dilatar la negociación Pablo Iglesias, para constituir un «gobierno del cambio». Y es que una semana después de que el Iglesias intentara atrapar al político socialista con una sorpresiva oferta para formar un gobierno mixto, las negociaciones no han pasado de una conversación telefónica cordial entre ambos. «Estamos preocupados y esperando que sea el PSOE el que se siente a hablar con nosotros, para empezar a negociar ese gobierno del cambio. Es crucial que sea el PSOE el que diga «vamos a sentarnos y a concretar esa opción», señaló Irene Montero.

Pese a tener solo dos diputados en el Congreso Izquierda Unida juega duro y ayer puso encima de la mesa 16 condiciones para poder llegar a un acuerdo. De todas ellas destaca la exigencia de lograr una «amplia» reforma electoral que respete «la proporcionalidad del voto». También piden que los socialistas acomentan una «profunda» reforma del Senado para convertirlo de forma efectiva en una cámara de representación territorial. Otras medidas son la de derogar la reforma del artículo 135 de la CE, que consagra el equilibrio presupuestario, y la subida de «al menos» un 20% el salario mínimo. IU no hizo referencia alguna a carteras ministeriales por lo que no desvela si entraría en un posible gobierno de Sánchez

El representante del PNV Joseba Egibar afirmó ayer que su partido está dispuesto a facilitar una investidura de Pedro Sánchez, siempre y cuando «se den las condiciones». El PNV ha pedido, entre otras cuestiones, el reconocimiento del «derecho a decidir». Y ahora añade otra exigencia, a sabiendas de que el PSOE no podría cambiar la Constitución sin contar con el apoyo del PP. Egibar cree que una buena señal sería la modificación de la ley de Referéndum de 1980, porque para eso «sí que hay mayoría», si el PSOE «tuviera voluntad». Sánchez, dijo, tiene que aclarar qué quiere y qué está dispuesto a hacer.